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El cardenal australiano George Pell, actual responsable de Finanzas del papa Francisco, negó el jueves que intentara comprar el silencio de la víctima de un sacerdote pederasta.
Pell realizó estas declaraciones cuando víctimas de abusos perpetrados por religiosos católicos le instaron a declarar ante una comisión sobre los hechos denunciados.
David Ridsdale, víctima a los 11 años de abusos de su tío, el sacerdote Gerald Ridsdale, dijo a la comisión el miércoles que contó a Pell, un amigo de la familia, estas agresiones sexuales en 1993. Sin embargo, este habría intentado comprar su silencio.
En un comunicado, el purpurado australiano, que afirmó haber seguido la investigación de la comisión, se mostró "horrorizado" por el relato de los abusos, al tiempo que negó el intento de soborno. "En ningún momento intenté sobornar a David Ridsdale o a su familia, u ofrecer cualquier incentivo financiero para comprar su silencio", añadió.
Pell, que no está acusado de cometer abusos sexuales, explicó que cuando habló con David, la policía ya investigaba a Gerald Ridsdale, pederasta actualmente en prisión. "Siempre he apoyado estas investigaciones policiales", indicó.
El cardenal australiano compareció en marzo de 2014 ante la comisión sobre respuestas institucionales al abuso sexual infantil, que escuchó duros relatos sobre abusos en lugares de culto, orfanatos, grupos comunitarios y escuelas.
Nicky Davis, el líder de una red de víctimas sexuales de sacerdotes, instó a Pell a comparecer de nuevo ante la comisión para responder a las acusaciones de soborno, si de verdad cree "en la gravedad del delito de violación sexual de niños indefensos".