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La amenaza a un premio Nobel

El escritor y dramaturgo nigeriano denunció ser objetivo del grupo islámico Boko Haram.

Redacción Cultura
07 de febrero de 2012 - 08:06 p. m.

"Creo que no hay que suplicar por la propia existencia. Si el precio de sentarse a la mesa a negociar con el Ejecutivo es que quieren eliminarme, y pueden hacerlo, háganlo, por favor. Tengo 77 años", expresó públicamente el premio Nobel de Literatura nigeriano Wole Soyinka al enterarse de que es uno de los objetivos en la lista de asesinatos que planea el grupo fundamentalista islámico Boko Haram.

Soyinka ha sido muy crítico con los ataques de este grupo al que Human Rights Watch responsabiliza de la muerte violenta de unas 935 personas en los últimos dos años y medio. Los fundamentalistas de Boko Haram, cuyo nombre significa en lengua local "la educación no islámica es pecado", luchan por instaurar la Ley Islámica ("sharia") en el norte de Nigeria, de mayoría musulmana, mientras que el sur del país es predominantemente cristiano.

El pasado 25 de diciembre, Boko Haram atentó contra una iglesia en la localidad de Madalla (centro) y causó 44 muertos, mientras que el 20 de enero pasado, perpetró una oleada de ataques en la ciudad septentrional de Kano que ocasionó al menos 185 fallecidos, según la Policía, aunque la prensa cifró las víctimas en 250. El grupo integrista también fue el responsable del atentado contra la sede de la ONU en Abuya (capital) el pasado agosto, en el que perdieron la vida 25 personas.

Las críticas del escritor y dramaturgo también van para el estado nigeriano y las condiciones en las que plantea un diálogo con los subversivos. "Está bien siéntense y negocien, pero de sus ideas no me convencerán simplemente porque tienen la capacidad de hacernos saltar por los aires a mí y a mi familia", añadió Soyinka, quien asegura que fue avisado por las agencias de seguridad del país, aunque eso no supuso ningún tipo de protección extra.

No es la primera vez que el escritor nigeriano, primer africano en ganar un premio Nobel, es crítico del gobierno. De hecho en su juventud sus repetidos cuestionamientos al Estado le valieron varios ingresos en prisión, duró 22 meses incomunicado por cuestionar el régimen dictatorial en su país, y exilios en Francia, Inglaterra y Estados Unidos. De ahí que ser un perseguido ha determinado su espíritu y su personalidad, y su literatura se ha convertido en estandarte de la defensa de la democracia y en voz de los perseguidos.

Justamente hoy, el gobierno nigeriano hizo público un acuerdo que firmó con Camerún, Chad y Níger para combatir y aunar fuerzas en contra de los radicales de Boko Haram.
 

Por Redacción Cultura

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