El gobierno estadounidense dio a la británica British Petroleum (BP) un ultimátum de 72 horas para que presente un plan que detalle cómo detendrá la fuga de petróleo en el Golfo de México, de la que es responsable, indicó una carta oficial este miércoles.
BP debe proveer los planes para el plan paralelo, continuo y de contingencia en el proceso de recolección, incluyendo un calendario de implementación dentro de 72 horas, dice la carta del coordinador federal in situ, el vice almirante James Watson que tiene fecha de ayer y se divulgó este miércoles.
En otra carta dirigida a Tony Hayward, titular de BP, el almirante de la Guardia Costera Thad Allen demandó más transparencia, más detalles y apertuda acerca de cómo está atendiendo los reclamos de daños ocasionados por el desastre.
Allen le recordó a Hayward que la compañía es responsable ante los estadounidenses por el daño económico causado y le dijo que debe reconocer esa responsabilidad.
Los esfuerzos por contener el derrame de un pozo petrolero submarino en el Golfo de México empezaron a dar resultados, dijeron el sábado autoridades estadounidenses, mientras que el presidente Barack Obama salió a defender su manejo de la crisis medioambiental.
Después de llegar a reservas de vida silvestre en el estado de Luisiana e islas costeras en Misisipi y Alabama, la marea negra de petróleo ha cubierto algunas de las famosas playas blancas de Florida, el llamado "estado del sol".
El número de pájaros y fauna marina muerta y enferma, incluyendo tortugas marinas y delfines, se ha disparado. "No importa cuánta gente hable del tema, nosotros nunca podremos limpiar la costa lo suficiente para que cada animal único en su especie se salve", dijo Sharon Taylor, veterinaria del Servicio de Pesca y Vida Salvaje de Estados Unidos que trabaja en el Centro Fort Jackson en Buras, Luisiana.
Pero después de 47 días de crisis y varias falsas alarmas, parece estar próxima una solución al menos parcial. La pequeña tapa de contención "sombrero de copa" instalada por la británica sobre un pozo dañado en el Golfo de México capturó 6.000 barriles de crudo el viernes, una tasa mayor a la estimada, dijo el almirante de la Guardia Costera de Estados Unidos, Thad Allen, en declaraciones desde Theodore, Alabama.
"El 4 de junio, un total de 6.077 barriles de crudo se recogieron. Se esperan mejoras en la recolección de petróleo en los próximos días", dijo BP en una publicación en Twitter. Aunque el ritmo de recolección es sólo cerca de un tercio del flujo diario del pozo, que se estima en cerca de 19.000 barriles por día (bpd) o 3 millones de litros, fue el primer progreso significativo en un desastre ambiental sin precedentes, ahora en su día número 47.
El desastre ha obligado al Gobierno de Obama a reconsiderar sus planes de ampliar la perforación petrolera costa afuera como una manera de reducir la dependencia nacional del crudo externo. Allen dijo que la capacidad plena del mecanismo de contención de BP era de 15.000 bpd, que él llamó el "límite superior" del actual esfuerzo de control del derrame.
BP no espera detener completamente el flujo de petróleo hasta agosto, cuando está previsto que se terminen dos pozos de alivio. En tanto, Allen dijo que los vientos siguen empujando partes de la gigantesca mancha hacia la línea costera a lo largo de un área extensa, casi desde la frontera de Misisipi y Alabama hasta el Puerto St Joe en el límite de Florida, o más de 320 kilómetros.
Los pescadores de Florida tuvieron buenas noticias cuando la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por su sigla en inglés) reabrió la tarde del viernes cerca de 41.400 kilómetros cuadrados para la pesca que habían sido cerrados el 2 de junio como precaución.
De todos modos, cerca de un 32 por ciento de las aguas federales del Golfo de México, o 202.500 kilómetros cuadrados, siguen cerrados a la pesca en aguas de cuatro estados. Pescadores sin trabajo expresaron el viernes su frustración con BP y el Gobierno en un almuerzo gratis con hamburguesas y hot dogs en Lafitte, Luisiana.
"Todo está en el aire ahora. El Gobierno tiene que comenzar a gastar más dinero ahora", dijo Jerry Perrin, que ha recolectado langostas y camarones por 60 años en esas aguas.
Obama realizó el viernes su tercera visita a la costa estadounidense del Golfo desde el estallido de la plataforma operada por BP, que provocó la muerte de 11 trabajadores. El mandatario enfrenta críticas de que el Gobierno no se ha movido con suficiente agresividad para detener la crisis.
Durante su discurso semanal por radio e internet el sábado, Obama dijo que su Gobierno ha implementado la mayor respuesta a un desastre medioambiental en la historia de Estados Unidos. El mandatario demócrata dijo que su Gobierno se ha movilizado en "todos los frentes". BP, en tanto, retrasó el viernes la decisión de suspender un próximo dividendo trimestral a sus accionistas por más de 2.000 millones de dólares, luego de que lo exigieran algunos políticos estadounidenses.
BP enfrenta una investigación criminal, varias demandas, una caída en la confianza de los inversores y crecientes dudas sobre su solvencia crediticia. El precio de su acción se ha desplomado a cerca de un tercio de su valor desde que comenzó la crisis.
El presidente ejecutivo de BP, Tony Hayward, insistió que la compañía tenía suficiente dinero para cumplir sus obligaciones, incluyendo 5.000 millones de dólares en efectivo y líneas de crédito adicionales. La firma dijo que ya ha gastado 1.000 millones de dólares en el desastre y que la cuenta sigue subiendo.
Ni Obama ni BP obtuvieron buenos resultados el viernes en una nueva encuesta de opinión pública de CBS que halló que una enorme cantidad de estadounidenses creen que ambos, el presidente y la compañía deberían hacer más para limpiar el derrame.