Un juez ecuatoriano dejó en libertad este sábado a tres coroneles que habían sido detenidos la víspera acusados de tentativa de asesinato contra el presidente Rafael Correa durante una rebelión policial, pero mantuvo los cargos crimales en su contra, informó una fuente judicial.
La Fiscalía había dictado la prisión preventiva contra los oficiales, pero el juez la sustituyó por otras medidas alternativas durante una audiencia de formulación de cargos en Quito, dijo a periodistas el fiscal del caso, Marco Freire.
Los imputados deberán presentarse cada 15 días ante el juez y quedaron con prohibición de salir del país y enajenar bienes, agregó el fiscal distrital de la provincia de Pichincha, cuya capital es Quito.
Sin embargo, la instrucción contra ellos sigue, al igual que los cargos, incluido el de intento de magnicidio contra Correa, que denunció la sublevación del pasado jueves como una tentativa de golpe de Estado y de asesinato.
Durante la audiencia, los coroneles deslindaron su responsabilidad en la insurrección, señalando que "no pudieron controlar al personal", que pedía derogar una ley que asegura afectará sus prestaciones, comentó el fiscal.
La detención de los coroneles se produjo el viernes por orden de la Fiscalía, que no descartó que otros mandos sean arrestados bajo acusaciones de intento de asesinato y por atentar contra la seguridad del Estado.