El personal de los servicios públicos observó un minuto de silencio al mediodía y las banderas ondearon a media asta.
Expertos del ejército y policías hallaron el martes el último cadáver en el pueblo de Gerdec, a unos 10 kilómetros de Tirana. Tres personas fueron arrestadas por negligencia.
Las cuadrillas de rescate seguían inspeccionando los escombros que dejaron los estallidos, en busca de otros cinco trabajadores y pobladores desaparecidos.
El primer ministro Sali Berisha dijo que la búsqueda continuará “hasta que sea revisado el último centímetro de tierra en el sitio de la explosión y las casas cercanas”.
De los 300 heridos, 20 de los más graves son tratados en hospitales griegos e italianos. Las autoridades de salud pública dijeron que 52 permanecen internados en hospitales albaneses, cinco de ellos en estado grave.