El reino de Marruecos pidió ayer viernes oficialmente a Argelia reabrir las fronteras en el sentido de conseguir una normalización de las relaciones bilaterales.
"El problema de circulación en las fronteras argelino-marroquíes no constituye una cuestión aislada, debe ser tratada en un marco general y no puede disociarse de un acercamiento global que queremos conseguir en nuestro Magreb" , explicó hoy el ministro argelino del Interior, Yazid Zerhouni.
Las autoridades argelinas reprochan especialmente a los marroquíes no vigilar su lado fronterizo, dejando así el campo libre a cualquier forma de contrabando y de tráfico relacionado con las armas y la droga.
Zerhouni señaló que su país está a favor de un Magreb que sea "equitativo" para el conjunto de los paises de la región y agregó que "no se trata de construir un Magreb donde unos ganen y otros pierdan".
El ministro se refería al hecho de que los intercambios entre los dos países en materia de comercio eran desfavorables para su país, cuando las fronteras estaban abiertas y que el territorio marroquí se había convertido en un mercado donde se negociaban mercancías, generalmente provenientes del contrabando sin que Argelia obtuviera la menor contrapartida.
Las fronteras se cerraron en el mes de agosto de 1994 por decisión argelina, después que las autoridades marroquíes exigieron el visado de estancia a cualquier argelino que quisiera visitar el reino magrebí.
En aquellos días, el gobierno marroquí acusó a los servicios secretos argelinos de estar implicados en el atentado de Marraquech en el verano del mismo año 1994 e impuso la obligación de una autorización a los argelinos que quisieran viajar a Marruecos.
Durante el mes de julio de 2004, Marruecos decidió de manera unilateral suprimir esta medida, actitud que sirvió para que Argelia en el mes de marzo del año siguiente pusiera en vigor una medida recíproca, pero las fronteras se mantuvieron cerradas.