Descubren otro cañón que iba a ser presuntamente usado contra Chávez

Las autoridades venezolanas se incautaron en un sector del centro de Caracas de un “cañón portátil” que presuntamente iba a ser utilizado en el plan magnicida denunciado por el Gobierno, informó el diputado oficialista Earle Herrera.

Agencia EFE
25 de septiembre de 2008 - 12:48 p. m.

El cañón, un AT-4 de fabricación sueca, fue hallado en el sector caraqueño de Mariperez, dijo Herrera ante la Asamblea Nacional (AN), de 165 miembros, casi todos afectos al Gobierno.

El de este jueves es el segundo cañón portátil que las autoridades dicen haber incautado en menos de 24 horas, en el marco de las investigaciones del supuesto plan de golpe y magnicidio descubierto y revelado públicamente este mes por el Gobierno venezolano.

Herrera informó del hallazgo del arma de guerra durante su intervención en una plenaria de la AN que discute la investigación oficial del presunto plan contra el presidente Hugo Chávez, que hasta ahora ha permitido la detención de al menos tres militares en situación de retiro.

El cañón AT-4 es un arma portátil antitanque manufacturada en Suecia por la empresa Saab y es utilizado por tropas de infantería para destruir o neutralizar vehículos blindados y fortificaciones, informó la estatal Agencia Bolivariana de Noticias (ABN).
 
“El AT-4 y su proyectil son manufacturados como una sola pieza, es decir que es utilizada una sola vez como lanzagranadas M136 de 60 milímetros y posteriormente se desecha todo el dispositivo”, agregó la agencia estatal.

El ministro del Interior, Tarek El Aissami, informó del hallazgo en el estado de Zulia, fronterizo con Colombia, de “un cañón portátil” y de cuatro granadas en poder de dos civiles que fueron detenidos.

El cañón decomisado en Zulia es “del tipo car gustav”, y “tiene capacidad y alcance para destruir un avión”, declaró Aissami, por lo que, agregó, “nadie debe ser tan ingenuo para decir que estas personas iban a cazar venados”.
 
Directivos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), fundado por Chávez, pidieron la semana pasada a la Fiscalía que se investigue “exhaustivamente” el complot denunciado
Desde principios de septiembre líderes del PSUV divulgan a través de la televisión estatal conversaciones telefónicas atribuidas a tres altos mandos militares retirados en las que se plantean los objetivos de asesinar o derrocar a Chávez.

En esas conversaciones, los interlocutores aseguran contar con apoyo de militares en activo y también medios de comunicación privados para concretar el presunto plan desestabilizador.

Entre los primeros detenidos a mediados de mes figuran el general Wilfredo Barroso, el vicealmirante Carlos Millán, el teniente coronel Ruperto Sánchez y el mayor Helímenas Labarca Soto, todos retirados.

“Sin que se haya materializado” el complot, los detenidos están acusados de “instigación a la rebelión”, delito penalizado con cinco a diez años de cárcel, sostuvo entonces el titular de la Fiscalía Militar, general Ernesto Cedeño.

El diputado oficialista y presidente de la comisión especial parlamentaria que investiga el plan opositor, Mario Isea, ha dicho que la presunta conspiración está dirigida por el Gobierno de Estados Unidos e involucra, además de militares retirados, a directivos de medios privados y empresas de lotería.

Por Agencia EFE

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