Pertrechados con banderas y pancartas en las que conminaban al “imperialismo estadounidense” a “no tocar Bolivia”, los manifestantes leyeron varios comunicados en los que denunciaron “la violencia que protagonizan grupos opositores en el este y norte de Bolivia contra un Gobierno democráticamente elegido”.
De “abominable ajusticiamiento” calificó Muruchi Poma, presidente de la Red Boliviana-Alemana, la muerte de una treintena de personas en la región de Pando “por parte de aquellos que ya no están en el poder central, pero sí en los regionales, y hacen todo lo posible por volver al poder”, explicó.
El autor del primer libro publicado en Europa sobre la vida de Morales, un indígena que vive en Alemania desde que la dictadura de Hugo Bánzer le obligara a emigrar a la Alemania comunista, apuntó que “es necesario defender el proceso democrático en Bolivia, también a nivel de prefecturas”.
La manifestación, que tuvo lugar frente la Puerta de Brandeburgo a pocos metros de la embajada de EE.UU., fue secundada por partidos de izquierdas como La Izquierda y el Partido Comunista Alemán (DKP) , pero también por colectivos solidarios con la causa indígena.