Putin criticó el hecho de que los buques de la Alianza Atlántica ofrezcan ayuda humanitaria a Georgia y no a la “víctima de la agresión, es decir, a Osetia del Sur”.
“No se entiende qué hacen los barcos estadounidenses en las costas georgianas. Pero eso tiene que ver con los gustos y las decisiones de los colegas norteamericanos”, apuntó.
El primer ministro ruso se preguntó: “¿Por qué es necesario enviar ayuda humanitaria en barcos de guerra armados con los últimos sistemas de misiles?”.
Al respecto, el jefe adjunto del Estado Mayor General de las Armadas de Rusia, Anatoli Nogovitsin, cifró en cinco los barcos aliados que se encuentran en estos momentos en aguas del mar Negro, que baña las costas rusas y georgianas.
Se trata de cuatro fragatas, la española “Almirante Juan de Borbón”, la estadounidense “Taylor”, la polaca “Pulaski” y la alemana “Lübeck”, además del guardacostas “USS Dallas”.
Además, Nogovitsin acusó a EE.UU. de transportar hasta Georgia desde mediados de agosto más de 1.200 toneladas de cargamento de distinto tipo, incluido armamento.
“Las autoridades georgianas, con el apoyo de la OTAN, en particular de EE.UU., prosiguen sus planes de reconstrucción de las Fuerzas Armadas y del sistema de mando militar”, señaló.
El general ruso denunció el hecho de que Tiflis prepara “acciones terroristas y de sabotaje en los territorios de Osetia del Sur y Abjasia”, regiones separatistas georgianas cuya independencia fue reconocida hace una semana por Moscú.
“Según nuestros datos, los militares georgianos planean restablecer su presencia en varias localidades georgianas de Osetia del Sur. Para ello, están concentrando unidades especiales cerca de la frontera suroseta”, dijo
La OTAN insiste en que la presencia de sus fragatas en el Mar Negro es rutinaria y que ésta “no tiene relación con la crisis de Georgia”.
No obstante, Rusia ha enviado diez barcos a la zona, incluido el buque insignia de la Flota del mar Negro, el crucero “Moskvá”, que atracó en el muelle de Sujumi, la capital de Abjasia.