Geithner consiguió el “sí” del Comité de Finanzas del Senado el jueves pasado, si bien recibió muchas críticas durante su audiencia de confirmación por la demora en una contribución al fisco por 34.000 dólares.
La votación en el Comité fue de 18 votos a favor y cinco en contra, todos estos de senadores republicanos.
Entre los que votaron en contra estuvo Charles Grassley, el republicano de mayor rango en el Comité, quien manifestó su malestar porque Geithner no predicó con el ejemplo al atrasarse en el pago de sus propios impuestos.
En esa ocasión, Grassley afirmó que Geithner cuenta con mucha experiencia en el sector financiero y se ha comprometido a ampliar la transparencia del Departamento del Tesoro, sobre todo en el manejo del plan de rescate de 700.000 millones de dólares que aprobó el Congreso.
Sin embargo, añadió, “el secretario del Tesoro está a cargo del Servicio de Rentas Internas (IRS) y debe dar un buen ejemplo”.
“El Senado posiblemente vote a favor de confirmar el nombramiento del señor Geithner. Si lo hace, trabajaré con él para que se haga lo necesario por la recuperación económica”, sostuvo el legislador.
Pero, habiendo dicho esto, no puedo votar a favor de su confirmación debido a ese incidente en su historial y a la urgencia de fomentar una mayor rendición de cuentas tanto en el Gobierno como en nuestras instituciones financieras“, enfatizó.
No obstante, Geithner pareció contentar a la mayoría de los senadores con su compromiso de recurrir a la diplomacia para presionar al Gobierno de China para que modifique su política monetaria y desista de manipular su divisa.
China es el principal acreedor de Estados Unidos y la infravaloración de su moneda ha sido un constante punto de tensión en las relaciones bilaterales.
De ser confirmado en el cargo, Geithner tomará las riendas del Departamento del Tesoro en momentos en que se acrecienta el debate nacional sobre la intervención del Gobierno en el sector bancario.
Nadie se atreve a hablar de una nacionalización de la banca, si bien varios líderes del Congreso han expresado preocupación por el deterioro de los principales bancos de Estados Unidos y si el plan de rescate financiero de 700.000 millones de dólares será suficiente para atajarlo.