Un carro bomba explotó en la madrugada del miércoles en una casa cuartel de la Guardia Civil en la ciudad española de Burgos (norte), causando medio centenar de heridos leves y cuantiosos daños materiales.
El vehículo empleado en el atentado estaba cargado con unos 200 kilos de explosivos, informaron a EFE fuentes de la investigación,
La explosión se registró sobre las 4:00 a.m. (hora de España) en la parte trasera de una casa cuartel de la Guardia Civil (Policía rural y de fronteras), sin previo aviso, en un atentado que apunta a la banda terrorista ETA.
Según los servicios de emergencias, más de sesenta personas han sido atendidas por los servicios sanitarios de Burgos tras la explosión.
La mayoría fueron atendidas en lugar del siniestro, mientras otras necesitaron ser trasladas a centros hospitalarios, aunque ninguno de ellos se encuentra en estado grave.
La explosión fue de tal magnitud que provocó un gran cráter en el suelo y dejó sin fachada algunas de las viviendas del inmueble, además de daños en inmuebles vecinos.
El presidente del Gobierno regional de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, aseguró que el atentado en la Casa Cuartel de la Guardia Civil de Burgos "se ha realizado con intención de matar".
Herrera, que ha visitado el lugar del accidente junto al delegado del Gobierno, Miguel Alejo, ha señalado que, por todos los indicios y los detalles "ETA ha visitado Burgos con intención de matar", de hacer el mayor daño posible.
Varios ministros del Gobierno español recalcaron hoy antes de participar en un desayuno informativo que los autores del atentado cometido hoy en Burgos acabarán en la cárcel.
Así se expresaron, el vicepresidente del Gobierno, Manuel Chaves, y los ministros de Justicia, Francisco Caamaño; Trabajo, Celestino Corbacho; y Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia.