El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo este martes en la noche que la seguridad de su país está en juego en Afganistán y Pakistán, desde donde Al Qaeda planea nuevos atentados, mientras que los talibanes han ganado fuerza. “No es una amenaza hipotética”, dijo Obama en un discurso en la academia militar de West Point, donde presentó su nueva estrategia militar. “El peligro sólo crecerá si la región retrocede y Al Qaeda puede operar con impunidad”, añadió.
Obama también se declaró “confiado” en que los países aliados anunciarán próximamente un aumento de su contribución en Afganistán. “Lo que está en juego no es sólo una prueba de la credibilidad de la OTAN, lo que está en juego es la seguridad de nuestros aliados y la seguridad común del mundo”.
El presidente de Estados Unidos también lanzó una dura advertencia a los dirigentes afganos, a los que indicó que “se han acabado los días en los que recibían un cheque en blanco”. En su discurso para exponer la nueva estrategia para la guerra en ese país, Obama afirmó que apoyará a los líderes “que combatan la corrupción y defiendan a la gente”, pero al mismo tiempo espera que “los que sean ineficientes o corruptos tengan que rendir cuentas”.
Obama, dijo que su nueva estrategia militar en Afganistán, que incluye el envío de 30.000 soldados adicionales, costará unos 30.000 millones de dólares este año. “Trabajaré estrechamente con el Congreso para hacer frente a estos costes, al tiempo que trabajamos para reducir el déficit”, dijo el mandatario. Obama señaló que hasta enero de este año, cuando asumió la Presidencia, el costo de las guerras en Irak y Afganistán se acercaba a un billón de dólares.
El presidente estadounidense fue enfático en señalar que la guerra en Afganistán “no está perdida”, pero reconoció que los talibanes han ganado terreno en los últimos años y es necesario enviar refuerzos de 30.000 hombres. El movimiento talibán ha cobrado impulso y la red terrorista Al Qaeda mantiene sus refugios a lo largo de la frontera con Pakistán, según señaló. “El peligro no hará más que crecer si la región retrocede y Al Qaeda puede operar con impunidad”. El presidente estadounidense dijo que hay sectores que, desconociendo la historia, hacen comparaciones erróneas de esta guerra con la que en su momento tuvo su país en Vietnam.
El despliegue de los soldados se completará antes de que concluya la primera mitad de 2010, prometió el mandatario, que anunció también que un año después, en junio de 2011, éstos comenzarán a abandonar el país asiático. Estos refuerzos “nos ayudarán a crear las condiciones para que EE.UU. pueda transferir la responsabilidad a los afganos”, el objetivo final en la guerra, según destacó.
También aseguró que EE.UU. y Pakistán comparten un enemigo común y dijo que Washington reforzará su alianza con ese país “sobre unos cimientos de intereses mutuos, respeto mutuo y confianza mutua”. En su alocución, Obama indicó que los soldados, que se sumarán a los cerca de 68.000 que EE.UU. ya mantiene en Afganistán, tendrán como misión atajar la insurgencia y proporcionar seguridad a centros de población claves.
Los refuerzos permitirán adiestrar a más fuerzas afganas, de modo que más soldados del país asiático puedan participar en las tareas de combate. "Tenemos que ser precisos en el uso de nuestro poderío militar", aseveró.