La votación que definirá si Bolivia renueva el mandato presidencial de Evo Morales comenzó el domingo con tranquilidad, con todos los sondeos augurando que el líder indígena hará historia como el primer mandatario reelecto en el país altiplánico en 45 años.
En la mayoría de los poco más de 4.000 recintos preparados a lo largo y ancho del país comenzaron los sufragios con destacada afluencia de votantes, que además elegirán al vicepresidente, legisladores y en algunos departamentos decidirán sobre sus autonomías.
El gobernante socialista, cuya reelección es esperada por el venezolano Hugo Chávez y otros aliados "anti imperialistas" latinoamericanos, llega a los comicios precedido por una avalancha de sondeos que dan por seguro su triunfo para dirigir las riendas del empobrecido país en el próximo quinquenio.
La eventual reelección de Morales, quien está en el poder desde el 2006, complacería también a los gobiernos de los vecinos Argentina y Brasil, interesados en que la relativa paz interna de Bolivia les garantice a mediano y largo plazo la continuidad de vitales suministros de gas natural.
Al inaugurar formalmente la votación, el presidente de la Corte Nacional Electoral (CNE), Antonio Costas, dijo que un nuevo padrón biométrico de electores y otras medidas de seguridad, además de la presencia de centenares de observadores internacionales, garantizaban la transparencia de la jornada.
"Convocamos (a la ciudadanía) a participar masivamente, a emitir su voto con toda libertad", dijo Costas en un breve acto realizado en la sede del organismo electoral.
En posterior declaración a reporteros, agregó que muchas mesas de sufragio comenzaron a funcionar a partir de las 8.00 hora local (1200 GMT) y permanecerán abiertas al menos ocho horas. Pero, por mandato legal, las proyecciones de resultados sólo podrán ser divulgadas a partir de las 2200 GMT.
El organismo electoral, que prometió los primeros resultados oficiales para la noche del domingo, dijo que 5,1 millones de bolivianos estaban habilitados para votar, cifra que incluye a unos 170.000 votantes en el extranjero.
Morales pretende otros cinco años de mandato para continuar su "revolución" indigenista y socialista, centrada en un histórico acceso de las mayorías indígenas al poder y un proceso de estatización de la economía que le ha permitido acelerar el crecimiento y crear populares bonos para estudiantes, madres y ancianos.
Los comicios eran observados por más de 500 enviados de organismos internacionales y fundaciones privadas extranjeras, interesados especialmente en verificar el funcionamiento de un recién construido padrón biométrico de votantes, dijo la CNE.