El presidente de Costa Rica, Óscar Arias, consideró que la homosexualidad forma parte de la naturaleza humana y afirmó que el celibato de los sacerdotes es un "error" que la Iglesia católica debe corregir.
"Sigo pensando lo mismo que toda mi vida: los seres humanos nacemos y no es por elección que decidimos la inclinación sexual que tenemos, eso viene dado por Dios y por la naturaleza", afirmó Arias en una rueda de prensa tras la reunión semanal de su Gabinete.
El mandatario reafirmó así unas declaraciones al diario La Nación publicadas ayer, en las que se mostró a favor de legalizar las uniones civiles entre homosexuales, un paso que se estudia en el Congreso con el análisis de un proyecto de ley que fue presentado en junio del año pasado y enfrenta la oposición de la Iglesia católica y otros grupos.
Según el grupo de diputados de diferentes partidos que promueve el proyecto de ley, la idea es crear "sociedades de convivencia" para que las parejas homosexuales tengan derechos patrimoniales, como herencias y pensiones, entre otras cosas, aunque no busca legalizar la figura del matrimonio.
"Tenemos que ser respetuosos. El mundo está hecho así, es parte de la naturaleza humana y debemos tener la tolerancia para aceptar estas cosas", expresó Arias.
El gobernante comentó que este tema se debió haber discutido en Costa Rica "hace muchos años" y lamentó que en este apartado el país se esté quedando rezagado con respecto a los "más avanzados del mundo".
Dijo que durante su Gobierno este asunto no fue prioridad en el Congreso debido a que había una "agenda muy importante que sacar adelante" y que a la próxima presienta, Laura Chinchilla, le tocará debatir el asunto durante su administración, que comienza el próximo 8 de mayo.
Chinchilla ha dicho públicamente que el tema no será una prioridad de su Gobierno.
El presidente Arias también dijo que el celibato de los sacerdotes católicos es "un error, como muchos que ha cometido en el pasado" la Iglesia católica.
"Las relaciones sexuales son una necesidad biológica, como comer o dormir. Es contra la naturaleza humana prohibirle a los sacerdotes que tengan relaciones sexuales", manifestó.
"Soy un convencido de que hay que terminar con el celibato", sostuvo, al reconocer, no obstante, su poca esperanza en que se produzca un cambio en ese sentido.
"Posiblemente me muera y todo siga igual", comentó, si bien aseguró que "la Iglesia tiene mucho tiempo (de existencia), más de 2.000 años, y le queda mucho tiempo para que corrija ese error".
El gobernante aclaró que no cree que exista una relación entre el celibato y las denuncias de pedofilia y abusos sexuales de los últimos años contra sacerdotes de la Iglesia católica.