El auto del juez que investiga el accidente aéreo imputa 154 delitos de homicidio imprudente y 18 de lesiones imprudentes -el número de heridos- al mecánico de Spanair Felipe G.R., al técnico de mantenimiento de aeronaves Julio N.B. y al jefe de mantenimiento de la compañía en el aeropuerto de Madrid, Jesús T.A.
La tragedia se produjo el pasado 20 de agosto cuando un avión McDonnell Douglas MD82 de Spanair que iniciaba un viaje hacia las Islas Canarias con 164 pasajeros y 9 tripulantes a bordo impactó contra el suelo junto a una de las pistas del aeropuerto de Barajas y se incendió.
El juez justifica la imputación por homicidio imprudente a los tres técnicos basándose en los indicios que apuntan que podrían ser responsables de la "no reparación satisfactoria" de las averías detectadas en la aeronave el pasado 20 de agosto.
Según la comisión de investigación del siniestro, el sistema de seguridad no avisó al piloto de que no llevaba desplegados los "flaps" (alerones), lo que provocó el accidente.
Además, el avión sufrió una avería ese mismo día en el sensor de temperatura (RAT) en un primer intento de despegue.
Los tres técnicos, que serán interrogados el próximo 12 de noviembre, se mostraron hoy muy "sorprendidos y afectados" con la decisión del juez.
Esta decisión se produce después de que el informe preliminar de la Comisión de Investigación de Accidentes de Aviación Civil (CIAIC) asegure que el procedimiento seguido por los técnicos fue correcto, según recordaron a Efe fuentes de la Asociación de Técnicos de Mantenimiento de Aeronaves (ASETMA).
ASETMA anunció que prestará el apoyo jurídico que necesiten a los mecánicos imputados.