Publicidad

Atacar sería un "gran error" de Norcorea: Secretario de Estado de EE.UU.

John Kerry irá a China el sábado para que reduzcan la tensión en la península de Corea.

Daniel Salgar Antolínez
12 de abril de 2013 - 02:37 p. m.
El secretario de Estado de EEUU, John Kerry. /EFE
El secretario de Estado de EEUU, John Kerry. /EFE

John Kerry, el secretario de Estado estadounidense, ha tenido una agitada agenda desde que fue nominado por Obama en su cargo. Después de una gira por la convulsa región de Oriente Medio, ahora está en Asia oriental para reunirse con los gobiernos de Seúl y Pekín, en una búsqueda por aliviar la creciente tensión provocada por las amenazas de un ataque desde Corea del Norte.

Este viernes el diplomático habló desde Seúl. Dijo que Estados Unidos respalda "la visión" del nuevo gobierno surcoreano a favor de la construcción de un vínculo de confianza con Corea del Norte. La nueva presidenta surcoreana, Park Geun-Hye, en efecto se distanció durante su campaña presidencial de la intransigencia que caracterizó la política del mandatario saliente Lee Myung-Bak, que había suspendido la ayuda humanitaria a Pyongyang. No obstante, y como es tradición en la península de Corea, con su llegada al poder fue recibida con una escalada de amenazas desde el norte, las cuales ha enfrentado con diplomacia pero también con la advertencia de que responderá de manera contundente ante cualquier ataque.

Kerry aseguró que Kim Jung-un, el joven mandatario norcoreano que ha llamado la atención mundial al desplegar un abanico de amenazas nucleares contra EE.UU. y Corea del Sur, cometería un "gran error" si cumple con sus planes de atacar. "Si decide lanzar un misil, sea por sobre el mar de Japón o cualquier otra dirección, estaría eligiendo obstinadamente ignorar a toda la comunidad internacional", dijo durante una conferencia de prensa en ocasión de la primera escala de su gira asiática.

No obstante, ir en contravía de las normas de la ONU –que impiden cualquier avance del programa atómico de Pyongyang-, no parece preocuparle al segundo heredero de la dinastía Kim. Ya hizo un ensayo nuclear en febrero de este año y en diciembre del año pasado puso un satélite en el espacio. En las últimas semanas, ignoró las advertencias de su vecina y aliada China, y desplegó en su costa oriental dos misiles Musudan, que tienen un alcance teórico de 4.000 km. Con ese alcance podría atacar a Surcorea, a las bases militares estadounidenses en territorio japonés, incluso a la isla de Guam en el Pacífico, donde hay bases navales y militares de EE.UU. El disparo de un misil podría producirse el próximo 15 de abril, día aniversario del nacimiento del fundador de Norcorea, Kim Il-Sung, abuelo del actual mandatario (para esa misma fecha, el año pasado Kim Jung-un quiso enviar un satélite al espacio, pero el cohete se desmoronó y cayó sobre el mar Amarillo).

Por su último ensayo nuclear, que fue al parecer más exitoso que los dos anteriores, Norcorea recibió sanciones de Naciones Unidas. Aun así, el régimen del joven Kim se ha mostrado dispuesto a continuar con el avance de su programa atómico, que tiene fines civiles y militares según la información oficial. También es de conocimiento público que el objetivo último de este programa es desarrollar un misil balístico de largo alcance que pueda transportar ojivas nucleares hasta suelo estadounidense. No se sabe si está tecnología ya está en manos del joven dictador fanático de las películas de acción, lo cierto es que está en sus planes.

Kerry también afirmó que el lanzamiento del misil desde Pyongyang " aislaría aún más” a Corea del Norte. El aislamiento, sin embargo, es más bien un motivo de orgullo para la monarquía comunista de los Kim, que se ufana de haber construido una muralla para evitar la entrada del imperialismo a sus tierras. De hecho, en las últimas semanas, fue por orden del gobierno Kim que se cerró el complejo industrial de Kaesong, la única vía de cooperación entre el país comunista y su vecina Corea del Sur, una decisión que afecta sobre todo a la ya empobrecida economía norcoreana.

China, único aliado (aunque en todo caso distante) y soporte económico de la única monarquía comunista del mundo, parece ser la clave para ponerle fin a los arrebatos del pequeño Kim. El gobierno estadounidense lo sabe y por eso ha hecho esfuerzos diplomáticos para que desde Pekín se haga presión para bajar la tensión en la península coreana. Kerry, en su gira, pidió una vez más a China que calme a Pyonyang. El diplomático viajará este sábado al gigante asiático y el domingo irá a Japón.

Un portavoz del ministerio japonés de Defensa aseguró que Tokio está listo para responder a todo "tipo de escenario" tras las nuevas amenazas de Corea del Norte contra el archipiélago designado como el primer objetivo de un eventual ataque nuclear. "Somos conscientes de lo que señaló Corea del Norte a través de la prensa y otros medios. No podemos comentar ello pero podemos decir que vamos a tomar todas las medidas posibles para responder a todo tipo de escenario", declaró. La agencia oficial norcoreana KCNA calificó de "provocadoras" las declaraciones y advirtió que esto podría dejar a Japón envuelto "en llamas nucleares".

Por Daniel Salgar Antolínez

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar