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La batalla final por Mosul

Esta ciudad, la segunda más grande de Irak, está en manos del Estado Islámico desde 2014. El plan es quitársela con un ataque breve y contundente. Los yihadistas amenazan con una guerra sangrienta.

Redacción Internacional
01 de octubre de 2016 - 03:00 a. m.
Francia se unió con ocho aviones Rafale a la estrategia para atacar Mosul.  / EFE
Francia se unió con ocho aviones Rafale a la estrategia para atacar Mosul. / EFE

Estados Unidos, Francia e Irak están listos para recuperar Mosul, principal feudo del Estado Islámico en Irak. Después de un pedido del gobierno iraquí, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció el envió de 600 soldados que se suman a los cerca de 4.500 que están en ese país entrenando a las fuerzas armadas, para apoyar la batalla con la que piensan sacar a los yihadistas de esa ciudad.

Francia también se unió a la ofensiva militar para conquistar Mosul. Ocho aviones Rafale despegaron del portaaviones Charles de Gaulle para apoyar la batalla, que se anticipa corta pero salvaje, según analistas.

Con el aporte de este portaaviones se triplica la capacidad de ataque por aire de Francia en la región, en donde 12 cazas Rafale ya están estacionados en Jordania y Emiratos Arabes Unidos.

El gobierno de François Hollande ha contribuido en un 5 % al total de los bombardeos de la coalición (15.310) desde el verano de 2014, muy por detrás de Estados Unidos (cerca del 80 %).

Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak, cayó en manos del Daesh (Estado Islámico en árabe) el 10 de junio de 2014. Desde entonces sembraron allí un régimen de terror: hombres lapidados hasta la muerte, mujeres quemadas vivas y jóvenes lanzados desde los tejados bajo sospecha de ser homosexuales, entre otras atrocidades.

Esta ciudad atravesada por el Tigris y situada a 350 km al norte de Bagdad es la capital de la provincia de Nínive, rica en petróleo, recurso que financia las actividades terroristas del EI.

Mosul fue el último feudo del partido Baas, del exdictador Sadam Husein, y más tarde baluarte de Al Qaeda. Era conocida por sus enclaves históricos y monumentos del siglo XIII. Eso hasta que el EI ordenó la destrucción de todos los mausoleos chiitas, dinamitó la mezquita que alberga la tumba del profeta Jonás (Nabi Yunes) y el santuario de Set (Nabi Chith), considerado el tercer hijo de Adán y Eva en las tradiciones judía, cristiana e islámica.

La iglesia dedicada a María, conocida como la iglesia del Reloj, en Mosul, saltó por los aires en abril. Miles de habitantes huyeron de los yihadistas, sobre todo los miles de cristianos a los que dieron un ultimátum: convertirse al islam, pagar un impuesto especial o abandonar la ciudad so pena de ser ejecutados.

La batalla

De acuerdo con información del Pentágono, el EI está preparado para la batalla con entre 3.000 y 4.500 hombres, túneles y tácticas de guerrilla urbana.

El portavoz de la misión estadounidense contra el Estado Islámico, el coronel John Dorrian, informó que Mosul está lleno de combatientes extranjeros, aunque el número se ha visto reducido por los bombardeos de la coalición. “El EI sigue atrayendo a combatientes extranjeros a Mosul, pero no son suficientes para el número que pierden por los ataques aéreos estadounidenses”, y recordó que los que llegan lo hacen en pequeños grupos. “Ya no pueden movilizar columnas porque son objetivo fácil de la aviación”, explicó.

Las tropas iraquíes, que han reconquistado grandes partes de estos territorios en los últimos dos años, han logrado grandes avances, por lo que se cree que todo está listo para la conquista final. “Va a ser una dura batalla”, señaló Dorrian.

Durante 2016, el califato, declarado en julio de 2014, ha ido desmoronándose. A finales de 2015, el Estado Islámico controlaba amplios territorios en Siria, Irak y Afganistán, pero en los primeros meses de este año perdieron casi el 40 % del territorio por cuenta de los bombardeos de la coalición y los ataques de los kurdos y los peshmergas.

La firma de análisis IHS señaló que los terroristas no sólo han perdido territorio por los bombardeos, también ingresos. Este año, a sus arcas han entrado alrededor de US$46 millones, lejos de los US$80 millones que contabilizaron un año antes. ¿Le llegó la hora al EI? Es muy pronto para cantar victoria, y lo sabe la coalición, que ya se frota las manos con la cantidad de información que espera reunir tras la conquista de Mosul.

La coalición cree que encontrará computadoras, discos duros, memorias USB y otros aparatos de almacenamiento abandonados por el Ejército Islámico durante el combate, como fue el caso durante la reciente recuperación de la ciudad siria de Manjib.

Por Redacción Internacional

 

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