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Buscando suerte en América Latina

La crisis de Europa, en especial la que vive España, ha traído a miles de jóvenes a estas tierras e incrementado las migraciones en cientos de miles de casos.

Diego Alarcón Rozo/Nicolás Cuéllar Ramírez
09 de junio de 2012 - 09:01 p. m.

Si las estadísticas fueran infalibles, no sería errado concluir que en este momento de la historia no existe un lugar en Europa más difícil para ser joven que España. El índice de desempleo juvenil (personas entre 17 y 25 años) alcanzó la impresionante cifra del 48%. Si se amplía el rango de edad hasta los 35 años, el número llega a 44%.

Las mediciones del Instituto Nacional de Estadística (INE) dicen que 5,6 millones de españoles están sin trabajo y que en abril pasado se alcanzó el máximo histórico de ‘paro’: 24,44% de la población.

La realidad, comparada con la década anterior, ha cambiado y para mal. La cifra de desempleo juvenil no comprende a jóvenes sin formación, sino a profesionales y a especialistas que no logran encontrar un asiento en la competida tribuna laboral. La situación ha llevado entonces a mirar más allá de las fronteras: de acuerdo con la firma Ranstad, el 69% de los españoles ven la migración como una opción viable.

Dentro de este panorama la preferencia de la mayoría se centra en los demás países de Europa, pero si la realidad está siendo dura con España, no es laxa con Italia, Francia o Portugal. Mientras el continente pasa un momento crítico, Alemania sale a flote y es la opción más cercana sólo para una minoría: quienes hablan alemán.

Por esta razón, las miradas han virado hacia América Latina, un lugar donde la economía es saludable, acompañada de un crecimiento constante. Ignacio Bao, socio fundador y presidente de la firma cazatalentos española Signum, relata que “todos los días recibo en Europa 50 o 60 currículums de profesionales que de repente dicen que se quieren reubicar en Latinoamérica”. Los datos del INE, en el Padrón de Residentes en el Extranjero, establecen que de los 128.655 españoles que establecieron su residencia por fuera del país entre 2010 y 2011, el 60% lo hizo en algún país de América Latina. Hoy la diáspora que deja la crisis desde sus inicios revela un número aproximado: 300.000 personas han abandonado el país.

Sin trabajo, sin experiencia

Margaux de Bertier vive en Buenos Aires hace dos años: “Estudié en una escuela de comercio y siempre me decían que una vez terminara los estudios tendría un buen trabajo y ganaría dinero. Cuando terminé me di cuenta de que no había oportunidades, que no tenía experiencia. ¿Cómo la iba a tener si no me daban trabajo?

Encontré muchos franceses y europeos acá que vinieron a causa de la crisis. Sé de gente de Londres, París, Barcelona o Madrid que no encuentran trabajo y deciden venir a conocer otro lugar, otra cultura u otro idioma”.

Cambio de aire

Alejandro Walker aterrizó en Lima en marzo de 2011, luego de partir de Barcelona. Es economista especializado en marketing: “Busqué trabajo varios meses y hubo un detalle que para mí fue la gota que derramó el vaso: tuve contacto con una agencia. Les gustó mi perfil, pero al final me dijeron: ‘Ahora es imposible. Ayer despedimos a cinco empleados’. Entonces pensé en América Latina, sabía que Brasil tenía un potencial enorme y viajé. Estuve un par de semanas y decidí ir a Perú. Toqué puertas y tuve éxito, ahora soy asesor creativo de una agencia de publicidad, gano lo mismo que me ganaría en España, con la diferencia que aquí gastas menos. Me he adaptado muy bien, la gente es más abierta, te reciben y para trabajar el ambiente es excelente.

Perder el trabajo en una quiebra

Carlos Adell viajó de Barcelona a Perú en septiembre pasado. Es ingeniero industrial:

“En 2009, la constructora para la que trabajaba se fue a la quiebra. Anduve un tiempo como independiente, pero resultaba un poco complicado. Tenía algunos amigos en Perú que me dijeron que una nueva empresa estaba fundándose y podría tener una oportunidad. Finalmente, quise venir y probar, y no me puedo quejar. La compañía está próxima a lanzarse y no puedo dar detalles más allá de que tengo el cargo de gerente industrial y me ocupo de áreas como producción y logística.

Estoy satisfecho, pero tengo que reconocer que la cultura es diferente, que al principio todo es genial, pero luego se normaliza. Lo bueno es que ahora tengo la oportunidad de viajar a Barcelona cada cuatro meses y he conseguido un buen grupo de amigos que vienen de España, de Serbia, Croacia y otros países.

Indicadores de migración

22% ha aumentado la migración de españoles a otros países desde 2008.

97% de la migración europea se desplaza dentro del mismo continente o hacia América Latina.

1,7 millones de ciudadanos españoles viven en el extranjero.

La llegada de europeos a Colombia

Por Diego Alarcón Rozo/Nicolás Cuéllar Ramírez

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