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Candidato Mitt Romney recargado

A pesar de la reacción de Barack Obama en el último debate, Mitt Romney sigue pisando fuerte y sumando afectos de donantes y copartidarios republicanos.

Álvaro Corzo / Nueva York /
17 de octubre de 2012 - 09:54 p. m.
Barack Obama (izq.) y Mitt Romney se enfrentaron por última vez la noche del martes. / AFP
Barack Obama (izq.) y Mitt Romney se enfrentaron por última vez la noche del martes. / AFP

Fueron largos meses de un incómodo desencanto entre Mitt Romney y el corazón del Partido Republicano. Tiempos en que fueron constantes los llamados de los barones de su colectividad a que fuera otro candidato el que llevara las banderas del conservatismo a las justas electorales de este noviembre.

En las calles era recurrente que miles de republicanos repitieran la misma consigna. “Voy a votar por Mitt Romney, pero no me convence. De nada sirvieron los millones de dólares en campañas para elevar su imagen, ni mucho menos la arriesgada selección del congresista por el estado de Wisconsin Paul Ryan, héroe del Tea Party por sus políticas de austeridad fiscal y recorte de impuestos, como su formula presidencial.

Tan incómoda era la situación que a escasas horas de nombrar a Romney como candidato del partido durante la Convención Nacional Republicana, en agosto, ninguno de los delegados de su partido se emocionaba al hablar de este tiquete presidencial.

Sin embargo, en las últimas dos semanas este sentimiento cambió dramáticamente. La soberbia actuación de Romney durante el primer debate presidencial logró, y sin filtro alguno, poner a Obama contra las cuerdas, enmarcando exitosamente esta elección como un referendo a su gobierno. Fustigando su elevado nivel de desempleo, pobre crecimiento económico, aumento del déficit y la deuda, así como sus contradicciones en temas de energía, inmigración y política exterior, hicieron ver al candidato republicano por primera vez como un presidente y no como el CEO de una compañía.

Un día después llegaría el tan anhelado pero descartado espaldarazo de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), debido a la prohibición que firmó Romney como gobernador de Massachusetts en contra de los rifles de asalto. Sin embargo la NRA, asociación que reúne más de 4,3 millones de miembros en todo el país y la cual representa uno de los pilares del Partido Republicano, decide finalmente acompañar a Romney.

Como si se tratara de la resurrección de su campaña, un extraño sentimiento de fervor se despierta sin previo aviso en los días siguientes. El 10 de octubre, los 9.500 habitantes de Sidney, Ohio, salieron en medio de la lluvia a apoyar su candidatura. “Que todos ustedes estén aquí en medio de este clima tan inclemente me hace soñar más fuerte que nunca en que seré su próximo presidente” dijo el candidato.

Glenn Beck, Rush Limbaugh y Sean Hannity, tres de los líderes de opinión más importantes del Partido Republicano, hablan ya de un renacer de Romney, de un idilio con la base del partido, así como por primera vez de un verdadero sentimiento de victoria.

A pesar de que en el segundo debate, concuerdan los analistas, Obama fue más agresivo y asertivo como se esperaba, acusando a Romney de las diferentes ocasiones en las que ha cambiado su posición por intereses electorales; sacando a relucir su pasado en Bain Capital, sus inversiones en China y su gestión como gobernador de Massachusetts, Romney logró su segundo éxito de esta recta final. Explicar su proyecto de país desde una visión de centro, menos radical, enfocándose en la austeridad fiscal sin descuidar la responsabilidad y el sentido de equidad que según el candidato el gobierno debe tener, explica Alex Castellanos, columnista y comentarista de CNN.

Al parecer existen conexiones entre esta ola de entusiasmo por Romney y el elevado recaudo de dinero para su campaña en el último mes. 170 millones de dólares, 70 millones más que el mes anterior, reflejan un aumento del 24% de las donaciones de gente del común a través de su página web, lo que hace a muchos creer que este idilio entre Romney y la base de su partido no es sólo una tendencia, sino que puede ser el factor que le dé ese impulso final para llevarse la presidencia el próximo 6 de noviembre.

“Romney se ganó nuestras ideas, ahora se ha ganado nuestros corazones”, dijo David Keen, presidente de la Asociación Nacional del Rifle y expresidente de la Unión de Conservadora Americana.

Por Álvaro Corzo / Nueva York /

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