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Treinta trabajadores argelinos de la planta de tratamiento de gas argelina ocupada desde el miércoles por un grupo terrorista consiguieron escapar de sus captores, tal como informaron fuentes oficiales citadas por la agencia estatal.
Varias decenas de ciudadanos extranjeros de distintas nacionalidades permanecen cautivos en estas instalaciones gasísticas situadas en la región de Tinguenturin, a 40 kilómetros de la ciudad de In Amenas, en la provincia suroriental de Ilizi, fronterizas con Libia
Los secuestradores de más de cuarenta rehenes en Argelia pidieron a las Fuerzas Armadas de este país que se retiren de las inmediaciones de la planta de gas para comenzar las negociaciones, en declaraciones a la cadena de televisión catarí Al Yazira.
"Pedimos al Ejército argelino que se retire para abrir las negociaciones sobre los rehenes", dijo uno de los secuestradores, identificado como Abu al Bara, en un contacto telefónico con el canal por satélite, horas antes de conocerce la fuga.
Abu al Bara precisó que los secuestradores piden un intercambio de presos por los rehenes y señaló que su actuación es "un mensaje político para Argelia sobre su postura hacia los muyahidines (guerreros santos), que es también un mensaje a países cercanos".
Agregó, antes de que se informara de la fuga de 30 secuestrados, que tienen en su poder a 41 personas, de distintas nacionalidades, como franceses, estadounidenses, británicos, japoneses, coreanos del sur, noruegos, colombianos, tailandeses, holandeses y rumanos.
Asimismo, Abu al Bara aseguró que durante una intervención el miércoles las Fuerzas Armadas argelinas dispararon e hirieron a algunos de los rehenes.
Uno de los autores del secuestro dijo a la agencia privada mauritana ANI: "mataremos a todos los rehenes si las fuerzas del Ejército argelino intentan llevar a cabo una ofensiva" en los lugares del secuestro".
Un grupo radical cercano a Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y dirigido por el argelino Mojtar Belmojtar, ha asumido la autoría del secuestro en la instalación gasística, situada en Ain Amenas, próxima a la frontera de Argelia con Libia.
Tras sus declaraciones a Al Yazira, Abu al Bara dio paso a tres rehenes que hicieron un llamamiento para que se inicien negociaciones para su liberación.
"Pedimos negociaciones para evitar más pérdidas humanas", dijo uno de los rehenes, identificado como Dick.
Otro de los secuestrados, un irlandés llamado Steven, afirmó que la situación se está deteriorando.
"Hemos contactado con distintas embajadas y pedimos al Ejército argelino que se retire y negocie con los secuestradores", solicitó.
Otro de los rehenes, un japonés identificado como Hatoshi Kia, herido el miércoles por supuestos disparos del Ejército argelino mientras viajaba con el resto de secuestrados en un minibús, apuntó que hay un noruego que también sufre heridas.
"Mi estado no es malo ahora", indicó el secuestrado nipón.
En la madrugada del miércoles, el grupo de secuestradores asaltó la planta de gas operada por la argelina Sonatrach, la británica British Petroleum (BP) y la noruega Statoil.