:format(jpeg)/www.elespectador.comhttp://thumbor-prod-us-east-1.photo.aws.arc.pub/PS4QF9VACIRn0YauSNrOPSyTT1Y=/arc-anglerfish-arc2-prod-elespectador/public/HDXB2HM2RREFXBTJQZEIHYGD4I.jpg)
Desde 1998 no se registraba un ataque de esta magnitud en Kenia, donde el dolor invade a toda la nación y el mundo después de que un grupo de islamistas somalíes shebab asaltaran este jueves una residencia universitaria. Tras una larga toma de rehenes masacraron al menos 147 estudiantes. (Vea: ¿Nueva ola de desplazamiento de cristianos?)
El ataque fue perpetrado por hombres enmascarados que lanzaron granadas y dispararon rifles semiautomáticos en la localidad de Garissa, situada a 150 kilómetros de la frontera con Somalia.
El ministro del Interior informó que en el ataque, que derivó en una feroz toma de rehenes en el recinto universitario, y que se extendió durante más de 12 horas, fueron abatidos cuatro asaltantes.
Los atroces hechos se presentaron cuando atacantes irrumpieron a las cinco y media de la mañana (hora local) en el campus de la universidad de Garissa, donde estudian cientos de jóvenes, disparando contra dos guardias en la entrada principal. Una vez en el interior abrieron fuego indiscriminadamente, y luego entraron en la residencia universitaria, donde tomaron varios edificios.
"Nos despertamos por los sonidos de las balas (...) nadie sabía lo que estaba pasando, las mujeres gritaban y la gente corría para salvar su vida", narró Ungama John, un estudiante que presenció los hechos.
La Cruz Roja dio parte de 30 heridos ingresados en el hospital, cuatro de ellos en estado crítico y fueron evacuados en avión a Nairobi, a unos 350 km. Según precisó, la mayoría de víctimas presenta heridas de bala.
El secretario general de la ONU Ban Ki-moon condenó el ataque y exigió que los responsables sean llevados ante la justicia. La Casa Blanca, por su parte, también condenó el ataque.
"Estados Unidos condena en los términos más fuertes el ataque terrorista llevado a cabo contra hombres y mujeres inocentes en la universidad de Garissa", en el sureste del país, dijo un comunicado de la Casa Blanca.
"Ofrecemos nuestras más profundas condolencias a las familias y amigos de las víctimas de este ataque atroz", escribió el portavoz Josh Earnest.
"Estados Unidos está ayudando al Gobierno de Keniay seguirá trabajando con él y otros (gobiernos) en la región para derrotar al grupo terrorista shebab", agregó