Corea del Norte notificó el martes de manera formal que va proceder entre el 8 y el 25 de febrero al lanzamiento de un cohete espacial para colocar un satélite en órbita, informó la Organización Marítima Internacional (OMI).
El país asiático insiste en que se trata de un programa espacial de carácter exclusivamente científico, pero la comunidad internacional considera que los lanzamientos son pruebas de misiles balísticos camuflados.
Este anuncio tiene lugar en momentos en que Naciones Unidas prepara una resolución para agravar las sanciones contra Corea del Norte tras el anuncio de que había efectuado el 6 de enero pasado su cuarto test de una bomba nuclear. Las autoridades de Corea del Norte aseguraron que el temblor de cinco grados en la escala de Richter que sintió para la fecha fue producido por un ensayo nuclear con una bomba de hidrógeno (o bomba H), ejecutado a cerca de 100 kilómetros de la frontera con China, en las instalaciones nucleares de Punggye-ri. (Vea: ¿Y si Corea del Norte sí lanzó la bomba de hidrógeno?)
Aunque los especialistas en política nuclear, como el australiano Crispin Rovere, han dicho que el sismo se derivó de una bomba menos poderosa, la posibilidad de que Corea del Norte tenga un artefacto tan poderoso es inquietante para las principales potencias (que, como de costumbre, condenaron los ejercicios con el respaldo de la ONU). Una bomba H tiene más capacidad de destrucción que una bomba atómica, según han explicado en las últimas horas las agencias de noticias: cuando estalla, se producen explosiones químicas, nucleares y termonucleares en cadena en breve, cuyo radio de devastación es amplísimo.