El presidente de Ecuador, Rafael Correa, negó que busque protagonismo con su decisión de no asistir a la próxima Cumbre de las Américas en Cartagena según una declaración difundida este sábado.
"Créanme que nuestro ánimo no es ser protagonistas de nada, no es llamar la atención de nadie, peor causarle un problema a Colombia, organizador de la Cumbre", dijo Correa en su informe semanal de labores, pregrabado y difundido este sábado.
El mandatario justificó su decisión -que tildó de "dolorosa y necesaria"-, reiterando que en algún momento se tenía que "empezar a rechazar con firmeza situaciones absolutamente intolerables y discutir las cosas fundamentales que enfrenta y sufre" el continente americano.
Entre esos aspectos, Correa mencionó la "exclusión de Cuba" de la cita por el rechazo de Estados Unidos, y la falta de discusión acerca de "la colonia inglesa que tenemos en nuestras narices, en las islas Malvinas", cuya soberanía reclama Argentina.
"Sinceramente una de las cosas que más me duele es no visitar Colombia y no conocer Cartagena de Indias, que me dicen que es una maravilla, pero en algún momento tenemos que pararnos firmes", afirmó, e insistió en que la firmeza de sus convicciones "es más fuerte que el deseo de acompañar" a sus colegas.
En una carta enviada el pasado lunes a su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, a quien llamó "querido amigo", Correa anunció que no participará en la Cumbre de las Américas de Cartagena, el 14 y 15 de abril, ni en ninguna otra de esas citas hemisféricas mientras se mantenga la exclusión de La Habana.
El cónclave reúne cada tres años a los miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA), de la que la isla comunista fue suspendida en 1962.