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Daniel Ortega asumió su tercer mandato con poderes hegemónicos

El presidente nicaragüense hizo el juramento de posesión en presencia de Hugo Chavez y su homólogo iraní, iraní Mahmud Ahmadinejad.

AFP
10 de enero de 2012 - 08:42 p. m.

El ex guerrillero Daniel Ortega asumió este martes su tercer mandato presidencial en Nicaragua, en uno de los países más pobres del mundo, con una hegemonía parlamentaria que hace temer a la maltrecha oposición derivas autoritarias.

Acompañado de sus aliados, el iraní Mahmud Ahmadinejad, y el venezolano Hugo Chávez, Ortega juró frente a mas de 8.000 invitados, entre ellos 30 delegaciones extranjeras, obispos y los principales empresarios nicaragüenses, que colmaron esta noche la remodelada Plaza de la Revolución.

El presidente de la Asamblea Nacional, René Nuñez, tomó el juramento a Ortega, en un escenario grandioso montado para la ceremonia nocturna, con miles de flores que incluso formaban un arco de triunfo en un extremo de la plaza, de espaldas a la Casa de los Pueblos y el Lago de Managua.Los sones de "Nicaragua, Nicaragüita", en versión grabada del cantautor Carlos Mejía Godoy, atronaron la plaza mientras Ortega firmaba la asunción.

Luego el presidente se cuadró con saludo militar frente a Chávez, antes de abrazar sucesivamente a su esposa, Rosario Murillo y al presidente iraní.Baterías de reflectores dieron el marco colorido a los edificios que cierran la plaza, la vieja catedral destruída por el terremoto de 1972 y el Palacio Nacional con retratos de los legendarios guerrilleros Augusto Sandino y Carlos Fonseca.

Al inicio de la ceremonia Ortega, Chávez y Ahmadinejad se habían fundido en largo apretón de manos tripartito, mientras media docena de otros jefes de Estado o gobierno invitados permanecían al margen.Chávez es pieza clave de los planes de Ortega para atacar la pobreza, y Venezuela en los últimos años aportó a Nicaragua 500 millones de dólares anuales, equivalentes casi a un salario minimo mensual por cada habitante.

El líder sandinista, que en los últimos años trocó su uniforme guerrillero por camisas blancas y mensajes cristianos de paz, fue reelecto con 63% de votos que le permitieron copar más de dos tercios del congreso, suficiente para encarar sin necesidad de alianzas cualquier reforma constitucional.Pero el Frente Sandinista de Liberación Nacional descartó, de momento, cualquier reforma para perpetuar al "Comandante Daniel" y encara este nuevo período enfocado en atacar la pobreza en que vive el 45% de los casi 6 millones de nicaragüenses, pese a años de crecimiento económico moderado.

Hoy "comienza un nuevo periodo muy importante, no sólo para Nicaragua, también para el ALBA, para Centroamerica•, había dicho por la tarde Chávez al llegar a Managua.Más temprano Ahmadinejad, cuya visita se enmarca en una crisis con Occidente a raíz de su programa nuclear, sentenció que "estos dos pueblos (el nicaragüense y el iraní), en puntos diferentes de la Tierra, están en lucha por establecer la solidaridad y la justicia".Entre los dignatarios se contaban, además el príncipe heredero de España, Felipe de Borbón, y los presidentes Porfirio Lobo (Honduras), Mauricio Funes (El Salvador), Alvaro Colom (Guatemala), Desi Bouterse (Surinam) y Michel Martelly (Haití).

Cerca de 7.000 policías y unidades de élite habían montado el gigantesco dispositivo de seguridad que incluyó el cierre a la circulación vehicular de un área de más de 3 kilómetros cuadrados a orillas del lago que marca el límite norte de Managua.Ortega, de 66 años, es el primer presidente reelecto desde el triunfo de la Revolución Sandinista que en 1979 derrocó a la dictadura de más de 40 años de los Somoza.

"El presidente tiene todo el poder que nadie en la historia de Nicaragua ha tenido nunca en su mano (...) dijo al diario La Prensa el escritor Sergio Ramírez, vicepresidente de Ortega en su primer mandato, en la década de los 80.Ortega "tiene todo el poder que antes no tenía y si entonces irrespetó las leyes, se puede esperar que ahora haga lo mismo, pero también es su gran oportunidad para decidir ser un dictador o un estadista", dijo a AFP el ex viceministro de Finanzas, René Vallecillo.

El regreso del sandinista al poder en 2007 había despertado el temor empresario de que se descarrilara la economía, pero Ortega se comprometió a mantener la estabilidad económica, lo que al final de su mandato ha sido reconocido por organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Por AFP

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