De hijo de exiliados republicanos a prelado del Opus Dei

Las paradojas de la historia: un hijo de exiliados republicanos es el nuevo prelado del Opus Dei, una prelatura fundada en 1928 por el sacerdote español Josemaría Escrivá de Balaguer y que ha sido acusada, en reiteradas ocasiones por sus supuestos nexos con el franquismo.

Redacción Internacional
24 de enero de 2017 - 11:52 p. m.
El prelado del Opus Dei, Fernando Ocáriz.  / AFP
El prelado del Opus Dei, Fernando Ocáriz. / AFP

Durante años, el Opus Dei, una prelatura fundada por el sacerdote conservador Josemaría Escrivá de Balaguer en 1928, ha sido acusada de tener vínculos con el franquismo y la ultraderecha, entre otras, porque tres de sus miembros fueron ministros de Francisco Franco: Mariano Navarro Rubio, Alberto Ullastres y Laureano López Rodó. Pero qué paradoja: su nuevo prelado, Fernando Ocáriz Braña, es hijo de dos exiliados republicanos que tuvieron que huír de ese país por la Guerra Civil Española tras la cual Franco se hizo con el poder. 

Ocáriz, nació en París debido al exilio de sus padres, pero pronto regresó a España. Se licenció en Ciencias Físicas por la Universidad de Barcelona en 1966 y en Teología por la Pontificia Lateranense de Roma en 1969 y luego se doctoró en Teología en la Universidad de Navarra en 1971. Ese mismo año fue ordenado sacerdote. En 1994, tras ocupar varios cargos en la Santa Sede, se convirtió en Vicario General de esa organización y, en 2014, en Vicario Auxiliar de la Prelatura; es decir, la mano derecha del entonces prelado Javier Echevarría Rodríguez, quien falleció en diciembre del año pasado.

Su designación, por parte del papa Francisco, estaba cantada. Y ahora Ocáriz es la cabeza de esta prelatura que cuenta con 90 mil integrantes en seis países, incluyendo Colombia, y que es conocida por su oposición al aborto, la eutanasia, los métodos anticonceptivos, las relaciones prematrimoniales y el matrimonio homosexual. Tras conocerse su nombramiento, los periodistas no pudieron evitar preguntarle por sus padres y por los presuntos nexos entre el franquismo y el Opus Dei.

"Muchos católicos fueron franquistas. Yo no lo fui, por mi familia. El Opus Dei no es ni franquista ni antifranquista, no tiene nada que ver con la política", dijo Ocáriz. Y, a renglón seguido, expuso la que va a ser su obsesión tras su llegada a la Prelatura: la juventud. "Uno de los grandes desafíos para los cristianos, así como para la sociedad civil hoy en día, es la juventud, que en algunos lugares del mundo perdió sus puntos de referencia, sus ideales, porque no los tienen claros, y en ocasiones la esperanza", dijo Ocáriz, quien es el primer prelado que nunca trabajó con Escrivá de Balaguer, canonizado, en medio de protestas, en 1992. 

Por Redacción Internacional

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