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Chile aprendió con dolor. Luego del terremoto de 8,8 grados del 27 de febrero de 2010 y posterior tsunami, que dejaron 526 muertos, decenas de desaparecidos y dos millones de damnificados por fallas en el sistema de prevención de desastres, el país implementó un programa de emergencias y profundizó la preparación de las autoridades locales para responder a este tipo de fenómenos.
La prueba de fuego llegó ayer, cuando un terremoto de 8,3 grados en la escala de Richter, según la Universidad de Chile, sacudió el país. El duro movimiento, que tuvo su epicentro a 85 kilómetros al suroeste de Cuya, desató una alerta de tsunami en la costa norte del país.
La Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) activó el programa implementado durante los últimos cuatro años y ordenó una masiva evacuación en el borde costero de las regiones de Arica, Parinacota y Tarapacá. Más tarde, debido a la fuerza del fenómeno, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) dictó alerta de tsunami para toda la costa chilena. En zonas como Antofagasta se registraron trancones mientras la población intentaba retirarse hacia zonas seguras. “Esta es una situación inédita, la población evacuó a las zonas seguras en el tiempo establecido, aunque se presentaron algunos casos de chilenos desesperados que intentaban abandonar ciertas ciudades”, explicó el periodista Carlos Martínez.
Informes preliminares, al cierre de esta edición, hablaban de al menos cinco víctimas mortales. Mahmud Aleuy, subsecretario del Interior, registró la llegada hora a hora del tsunami. Según su informe, el tsunami que provocó olas de 1,5 metros golpeó primero las ciudades de Pisagua, Iquique y Patache, donde el mar penetró la costa 200 metros. Sin embargo, la Onemi advirtió que este fenómeno natural podría desarrollarse hasta las primeras horas de hoy (4 de la mañana hora chilena), pues el mar se recogió hasta dos veces, generando olas de casi 2,5 metros en la base naval Prat, en Magallanes, la zona más lejana que esperaba la llegada del tsunami. La alerta para los chilenos que evacuaron se mantuvo seis horas más por orden del Onemi.
Según el Ministerio del Interior chileno, en Iquique se presentó la situación de orden público más grave, a donde se desplegaron fuerzas armadas para recapturar a 300 presos que se fugaron de la cárcel. El gobierno chileno, según el último balance, registró la ola más alta en Isagua, en donde alcanzó una altura de 2,26 metros.
En Santiago de Chile no se sintió el movimiento de tierra.
Hace cuatro años
A las 3:34 minutos de la mañana, del sábado 27 de febrero de 2010, el país vivía la peor tragedia de los últimos tiempos. Un terremoto de 8,8 grados en la escala de Richter sacudía Chile. En la capital el movimiento duró casi tres minutos y provocó graves daños, pero en el resto del país fue toda una pesadilla. Una pesadilla que debió enfrentar Michelle Bachelet, quien en 11 días debía entregarle el poder al presidente electo, Sebastián Piñera. El terremoto fue un desastre que se agravó con el posterior tsunami que arrasó con poblaciones costeras enteras, que no recibieron ninguna alerta de las autoridades.
La ciudad más afectada fue Concepción, que sufrió varias réplicas. Las localidades costeras de las regiones del Maule y del Biobío quedaron destruidas. Bachelet declaró la zona de “tragedia” y entregó el poder. Piñera modificó su programa de gobierno y reconstruyó el país. Antes de entregar el poder, hace menos de un mes a Bachelet, Piñera aseguró que entregaba Chile preparado para enfrentar una situación como la de entonces.
“Tengo la convicción de que el 27 de febrero de 2010 no estábamos preparados para enfrentar esta catástrofe”, subrayó el mandatario, quien agregó que “hoy estamos mejor preparados. Me parece que esa tragedia tenemos que aprenderla como país, profundizamos los sistemas de emergencia para responder a fenómenos de esta naturaleza”.
Algunas zonas afectadas
Iquique
Esta ciudad portuaria es uno de los centros de exportación de cobre del país y está ubicada muy cerca de las principales minas de este tipo que hay en Chile, operadas por Codelco y BHP Billiton. Las primeras olas en llegar hasta este lugar se registraron a las 9:03 p.m. (hora local), según la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (Onemi).
Arica
Es la capital de la región de Arica y Parinacota, cerca de la frontera con Perú. Tras el terremoto, la Onemi estimó que la llegada de las primeras olas a este lugar sería a las 9:12 p.m. (hora local).
Pisagua
Fue la primera localidad en recibir olas generadas por el terremoto. Éstas llegaron hasta Pisagua en menos de 45 minutos después del movimiento telúrico, según reportó la agencia Reuters. Pisagua es un pueblo pequeño, ubicado en la región de Tarapacá, una de las primeras en recibir orden de evacuación por la alerta de tsunami emitida por los servicios chilenos de emergencia. Dista tres horas por carretera desde Iquique.