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Cuatro agentes de la Policía Militarizada de Río de Janeiro fueron arrestados tras ser acusados de violar a tres mujeres en una favela de esta ciudad brasileña, informaron este miércoles fuentes oficiales.
El alegado hecho ocurrió en la madrugada del martes en Jacarezinho, una barriada pobre en la zona norte de Río de Janeiro arrebatada a grupos de narcotraficantes por las autoridades y en donde la Policía Militarizada cuenta con un puesto permanente al que están adscritos los acusados.
Los agentes fueron detenidos en la noche del martes tras la apertura de un proceso administrativo por violación y abuso de autoridad.
Las supuestas víctimas acudieron a una comisaría de Policía Civil en la mañana del martes para denunciar que habían sido obligadas a ingresar a una vivienda en Jacarezinho, donde fueron violadas por los agentes, abuso que fue constatado en los exámenes hechos por los médicos legistas.
Tras la denuncia, el comando de la Policía Militarizada ordenó que los 60 agentes del puesto policial que estaban de turno en Jacarezinho permanecieran por tiempo indefinido en el lugar, a donde las denunciantes fueron conducidas para identificar a los autores de la violación.
Las víctimas identificaron a cuatro uniformados que fueron detenidos de forma inmediata, uno de los cuales admitió haber estado en la vivienda pero negó ser responsable de la violación.
Los investigadores recogieron muestras de material genético en la vivienda que las mujeres señalaron como el sitio de la violación para intentar establecer si pertenece a alguno de los acusados.
El comisario de la Policía Civil responsable por la investigación, Niandro Lima, informó que los detectives aún intentan identificar a otros dos agentes involucrados en el caso.
La dirección de la Policía Militarizada señaló que está colaborando lo máximo posible en la investigación de la denuncia, que calificó como gravísima.
"Es algo muy grave. La Policía está indignada. Adoptaremos las medidas para que ese crimen sea aclarado de forma rigurosa y para que, en caso de que se comprueben las acusaciones, esos agentes sean excluidos de la corporación", afirmó el corregidor de la Policía Militarizada, coronel Sidney Camargo.
Las autoridades prometieron medidas urgentes para impedir que el caso empañe la credibilidad de las Unidades de Policía Pacificadora (UPP), como son conocidas los cuarteles policiales permanentes que, como en Jacarezinho, la gobernación de Río de Janeiro ha abierto en favelas antes dominadas por bandas de narcotraficantes.
La instalación de las UPP, reforzada con inversiones en infraestructura, educación y salud, forma parte de una política de seguridad pública iniciada por el Gobierno de Río de Janeiro en 2008 para expulsar a los narcotraficantes de las favelas de la ciudad antes de los Juegos Olímpicos que la ciudad organizará en 2016.
Esta política, que ha reducido significativamente los índices de violencia y criminalidad en los barrios beneficiados, ha sido considerada como modelo para otros países de la región por organizaciones multilaterales.