Las autoridades sauditas procedieron a 10 nuevos arrestos vinculados a una red de espionaje a favor de Irán, anunció el martes un portavoz del ministerio de Interior, que dio cuenta de la detención de un libanés y un turco, según la agencia oficial SPA.
Las autoridades habían anunciado en marzo la detención de 18 miembros de esta red. La investigación "llevó al arresto de otros 10 (sospechosos) por su implicación en actos de espionaje de la red: ocho sauditas, un libanés y un turco", declaró el portavoz. Un libanés detenido en marzo fue "liberado por falta de pruebas sobre sus lazos con la red", agregó.
En total 27 sospechosos --un iraní, un turco, un libanés y 24 sauditas-- están detenidos y comparecerán ante la justicia, según el portavoz.
El 19 de marzo el ministerio de Interior había anunciado el arresto de los 18 primeros sospechosos que formaban una célula de espionaje a favor de Irán y que eran, según Riad, remunerados por "informaciones y documentos sobre sitios de importancia" en Arabia Saudita transmitidos a los servicios iraníes.
Irán había negado toda implicación en este caso. La cancillería iraní había asegurado que se trataba de una "afirmación sin fundamentos y de un escenario repetitivo, sin ninguna base (...) y de uso interno".
Pero un portavoz saudí había respondido que la implicación de Irán se confirmaba por "pruebas materiales" y "confesiones de acusados".
A fines de marzo un grupo de 135 personalidades chiitas saudíes, de las cuales 36 religiosos, habían cuestionado las acusaciones contra 16 de sus correligionarios en este caso.
En una petición habían advertido contra "el recurso al argumento confesional para solucionar disputas políticas con el exterior o desviar la atención de la opinión pública de las demandas de reformas en el interior".
La minoría chiita saudí, que se concentra en el este del país, se queja de discriminación. En 2011 y 2012 surgió un movimiento de protesta que terminó con una decena de personas muertas.