Dos presos políticos cubanos del Grupo de los 75 serán liberados próximamente, según anunció este viernes la Iglesia católica, lo que parece desbloquear la excarcelación de opositores de ese colectivo que rechazan el exilio en España como condición para salir de la cárcel.
Se trata de Ángel Juan Moya, que quiere quedarse en Cuba, y Guido Sigler Amaya, cuyo deseo es irse a Estados Unidos, indicó el Arzobispado de La Habana mediante un comunicado que no precisa en qué momento se producirán las liberaciones.
Moya y Sigler son dos de los once presos del Grupo de los 75 (opositores condenados en una oleada represiva en 2003 y considerados prisioneros de conciencia por Amnistía Internacional) que aún permanecen en prisión y que no han aceptado irse a España para quedar en libertad.
El de este viernes es el primer anuncio de liberaciones para miembros de este grupo que se produce desde el pasado noviembre. Ángel Juan Moya, de 46 años y recluido en la prisión habanera del Combinado del Este, fue condenado en 2003 a 20 años de cárcel por violar la Ley de la Protección de Independencia Nacional y la Economía de Cuba, conocida entre la disidencia como “Ley Mordaza”.
Cuando fue detenido presidía el Movimiento por la Democracia y Libertad en Cuba. Es el esposo de Berta Soler, una de las líderes de las “Damas de Blanco”, familiares de presos políticos cubanos que piden su liberación con marchas pacíficas.
Guido Sigler, de 57 años y que ahora se encuentra en la prisión de “Agüica” en la provincia de Matanzas, fue también condenado a 20 años en 2003 en su caso por cometer “actos contra la independencia y la integridad territorial del Estado”.
Era miembro del disidente movimiento “Opción Alternativa” junto a su hermano Ariel Sigler, quien en junio del año pasado fue liberado con una licencia extrapenal por su grave estado de salud y que se marchó un mes después a Estados Unidos.
En declaraciones a Efe, familiares de Guido Sigler dijeron no haber recibido comunicación oficial alguna sobre su próxima liberación y añadieron que el disidente tiene varias enfermedades crónicas y su estado de salud es “malo”.
Por su parte, la esposa de Moya, Berta Soler, se declaró sorprendida ante el anuncio de su liberación porque esperaba que excarcelaran antes a los presos enfermos, como el caso de Sigler y otros, ya que su marido se encuentra fuerte y bien de salud.
Con el anuncio de estas dos nuevas liberaciones, el régimen cubano retoma las excarcelaciones de miembros del Grupo de los 75: los que quedan en prisión son los que se niegan al exilio en España. Dentro del proceso que comenzó el año pasado con la mediación de la Iglesia y el apoyo del Gobierno de Madrid, el régimen cubano ha ido excarcelando en los últimos siete meses a 41 disidentes de ese colectivo de los 52 que aún mantenía en prisión.
Cuarenta de ellos salieron de cárcel tras aceptar el traslado a España con sus familias y solo en un caso la excarcelación se produjo sin la condición del exilio: fue Arnaldo Ramos que regresó a su casa en La Habana bajo la figura de “licencia extrapenal por razones humanitarias”.
En los últimos meses, el gobierno de La Habana extendió ese proceso de excarcelaciones y viajes a España a otros presos no considerados prisioneros de conciencia por Amnistía Internacional pero incluidos en listas de organizaciones disidentes como condenados por motivos políticos.
En la mayor parte de esos casos, son presos que cometieron delitos relacionados con la salida ilegal del país con el empleo de fuerza o violencia, como el robo o secuestro de embarcaciones. Hace tan solo dos días, la Iglesia Católica anunció otras cuatro excarcelaciones y traslado a España de este tipo de presos fuera del “Grupo de los 75”.
En los últimos días, fuentes de la disidencia informaron que dos presos del Grupo de los 75, Diosdado González y Pedro Argüelles, están en huelga de hambre para apoyar el ayuno que también inició el 28 de enero la esposa del primero, Alejandrina García, miembro de las Damas de Blanco, para reclamar la liberación de estos prisioneros.