Publicidad

Duelo y estricto ayuno de judíos en memoria de tragedias de su pueblo

En la noche de este lunes se inicia la conmemoración de Tishá Beav. Conozca de qué se trata.

EFE
15 de julio de 2013 - 12:41 p. m.
Un judío ultraortodoxo camina frente un grafiti donde está escrito en hebreo "Soldados ultra ortodoxos fuera"./ EFE
Un judío ultraortodoxo camina frente un grafiti donde está escrito en hebreo "Soldados ultra ortodoxos fuera"./ EFE

Los judíos de todo el mundo iniciarán este lunes al anochecer la conmemoración de Tishá Beav, una jornada de ayuno en la que lamentan la destrucción de los templos bíblicos de Jerusalén, entre otras tragedias sufridas por su pueblo.

Esta fecha del calendario hebreo, literalmente la novena jornada del mes de Av, comienza este lunes con la caída del sol y concluye este martes en el mismo momento y es considerada la madre de todos los duelos y desgracias que padecieron los judíos.

Conmemora en primer lugar la desaparición de los dos santuarios bíblicos de Jerusalén: el construido por el rey Salomón y destruido por Nabucodonosor en el año 587 a.C, y el segundo templo, reconstruido por Herodes y de mayor grandeza, arrasado por las tropas del emperador romano Tito en el 70 de nuestra era.

"Se trata de un día general de duelo, llanto y pesimismo que concentra todas las desgracias sufridas por el pueblo judío como la destrucción de los dos templos de Jerusalén, la expulsión de España o diferentes masacres a lo largo de la historia", explicó a Efe Jonathan Rosenblum, periodista ultraortodoxo y fundador del Centro de Recursos Judíos.

Esta conmemoración de origen rabínico supone una fecha que los judíos consideran un punto de inflexión en su historia, pues la destrucción trajo consigo el inicio de una larga diáspora.

"Es difícil imaginarse dos mil años después de la destrucción del templo cómo debió resultar este hecho, por eso conmemoramos en Tishá Beav sucesivas desgracias que tuvieron continuidad en la Segunda Guerra Mundial", indicó Rosenblum.

Entre ellas, destacan la firma del edicto de expulsión de España en 1492, una masacre en la antigua población de Beitar (suroeste de Jerusalén) a manos del emperador Adriano en el año 135, un pogromo en una sinagoga de París durante la Segunda Guerra Mundial o la deportación masiva desde el gueto de Varsovia al campo de exterminio nazi de Treblinka (Polonia) en 1942.

Los más devotos guardan un estricto ayuno que se prolonga unas 25 horas, igual que en Yom Kipur, el día más sagrado del judaísmo, al que se suman todas las abstinencias posibles: no comer, beber, lavarse, perfumarse, calzar zapatos de cuero o mantener relaciones sexuales.

Las sinagogas albergan largas horas de rezos que los feligreses realizan en el suelo, en lugar de en bancos de madera, como símbolo de la destrucción de los templos.

Aunque la jornada no es festiva en Israel, varios negocios y comercios cierran sus puertas desde hoy, especialmente en Jerusalén, la ciudad donde se concentra la religiosidad del país.

El Muro de las Lamentaciones de Jerusalén, uno de los pocos vestigios del templo que mandó construir el rey Herodes, se convierte desde esta tarde en el centro de todas las plegarias y llantos.

También conocida como pared occidental, el muro circundaba el recinto donde se alzaron los templos judíos y que hoy es la Explanada de las Mezquitas, considerada por los musulmanes como Noble Santuario ("Haram al Sharif"), lugar de emplazamiento de la Cúpula de la Roca y la mezquita de Al Aksa, esta última tercera en la jerarquía del islam.

En vísperas del inicio de la jornada de duelo, organizaciones de extrema derecha judías dieron a conocer una encuesta que revela que el 30 por ciento de los israelíes judíos está a favor de que se construya un templo en su lugar de emplazamiento originario.

El sondeo, elaborado por el Foro Conjunto de Organizaciones del Monte del Templo, preguntó a los entrevistados "¿Está a favor o en contra de que se levante un templo en el Monte del Templo?", cuestión a la que respondió de manera afirmativa el 30 por ciento, mientras que el 45 por ciento se mostró contrario y el 25 por ciento indeciso.

Las organizaciones impulsoras del estudio se muestran satisfechas al entender que refleja una tendencia en la percepción de que el Monte del Templo es el lugar más sagrado e importante para el judaísmo.

El recinto es el centro espiritual de las demandas políticas de los palestinos en Jerusalén, en cuya parte oriental aspiran a establecer la capital de su Estado.

Grupos de extrema derecha judíos vinculados a esas organizaciones visitan en ocasiones el lugar para reivindicar su presencia sobre el que consideran como Monte del Templo y suelen provocar disturbios con los palestinos que rezan allí.

Los judíos de los sectores más ultraortodoxos cumplen con la prohibición de pisar el recinto sagrado mientras no se produzca la llegada del mesías, tras la que se construirá el tercer templo. 

Por EFE

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar