Este es uno de cientos de centros de control de adicción, nombre con el cual se mimetizan estos lugares donde se ha conocido que se realizan torturas a los pacientes que son internados.
Paola Concha, una mujer ecuatoriana declarada lesbiana, relata su experiencia en este lugar: "Me metieron en una camioneta y me llevaron a este centro supuestamente terapéutico". Acerca de las torturas dice: "Permanecer esposado por más de tres meses, que te priven de alimento por más de cuatro días, que te esposen...".
Luego de todas estas prácticas que violan los derechos humanos, Paola no cambió su orientación sexual después de pasar 18 meses internada en el centro médico.
Luis Zavala, director de la clínica "Puente a la vida" asegura que el tratamiento no contempla maltratos y que busca: "Modificar todos sus comportamientos, inadecuados que esta llevando a esa persona a tomar otras actitudes inadecuadas."
El Ministerio de Salud ecuatoriano clausuró el centro médico.
En Ecuador hay cerca de 205 clínicas de este tipo registradas legalmente.
Las autoridades de salud dicen haber tomado medidas para aclarar este tema.