Ecuador investiga si está siendo utilizado como centro de acopio para el contrabando internacional de aletas de tiburón a Asia, tras el reciente decomiso de 200.000 aletas en uno de sus puertos, dijo el presidente Rafael Correa este viernes.
El mandatario señaló que detrás de ese tráfico están "pesqueros industriales en alta mar", no necesariamente ecuatorianos, que presuntamente sobornan a inspectores locales para ingresar el producto al país y de ahí enviarlo a mercados asiáticos, donde este apéndice del tiburón es muy apetecido para fines culinarios y medicinales.
"El problema es la corrupción y estamos investigando, porque habrá que verificar si todas las aletas son de Ecuador, porque puede ser un centro de acopio (de) donde se mandaba contrabando al extremo oriente", dijo Correa a la prensa en la localidad de Girón (sur).
El miércoles la policía ecuatoriana anunció el decomiso de 200.000 aletas de tiburón en Manta (suroeste), el mayor puerto pesquero de Ecuador, en varios operativos que dejaron cinco detenidos, incluido un chino.
Las aletas, de varios tamaños y colores, estaban almacenadas para su proceso de secamiento. Las autoridades aún no han determinado cuántos escualos pudieron ser sacrificados. El responsable de Ambiente en Manta, Gonzalo Cortez, dijo a la agencia pública Andes que entre las aletas incautadas había de tiburón amarillo, una especie en peligro de extinción.
La ley ecuatoriana prohíbe desde 2007 la pesca intencional de tiburón, pero no castiga la caza incidental. Sin embargo, sanciona el llamado "aleteo", una práctica que consiste en pescar el animal, cercenarle las aletas y regresarlo al mar, lo que le provoca su muerte de forma cruel.
Los detenidos en Manta enfrentan cargos por destrucción de fauna silvestre, lo que es sancionado con entre uno y tres años de cárcel.