En apenas cinco días, Bolivia recibió dos noticias. La primera, de parte del Departamento de Estado de EE.UU., que en su evaluación anual sobre la guerra contra las drogas en el mundo señaló al gobierno de Evo Morales de “fracasar” por cuarto año consecutivo en su lucha. La segunda llegó de manos de la ONU, que este lunes señaló que las plantaciones de coca en Bolivia se redujeron en 12%: de 31.000 hectáreas en 2010 a 27.200 en 2011, según un informe de monitoreo de cultivos de hoja de coca entregado en acto público por la oficina local de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (UNODC).
“El presente informe fue sometido a un proceso transparente, independiente, riguroso y detallado de supervisión metodológica por la UNODC y sus equipos técnicos en La Paz y en nuestra sede institucional en Viena”, dijo el delegado de la ONU en Bolivia, César Guedes. Las disminuciones más significativas se dieron en la región de los Yungas de La Paz (de 20.500 hectáreas a 18.200 hectáreas) y en el trópico de Cochabamba (de 10.100 hectáreas a 8.600), señaló Guedes en una ceremonia en la Cancillería boliviana que contó con la presencia del presidente Evo Morales. “Los Yungas de la Paz es escenario del cultivo de dos tercios de la producción de coca en Bolivia”, destacó.
Por su parte, el presidente Evo Morales afirmó que el gobierno de Estados Unidos “no tiene moral” para cuestionar la lucha antinarcóticos de Bolivia y retó a Washington a reducir el consumo de drogas en su territorio.