Los estadounidenses se volcaron a los supermercados para abastecerse de productos y pasar la gran nevada que caerá en la costa este del país desde el viernes hasta el sábado en la madrugada, según los pronósticos.
Hasta el momento, más de 4.900 vuelos originalmente planeados para viernes y sábado, domésticos e internacionales, fueron cancelados, según la página de monitoreo aéreo flightaware.com.
American Airlines anunció la cancelación de todos sus vuelos del sábado en los dos aeropuertos de Washington, los tres de Nueva York, así como en las terminales aéreas de Baltimore y Filadelfia. United Airlines también informó de la suspensión de sus vuelos internacionales desde y hacia Washington.
En Washington, la nevada amenaza con ahondar aún más los problemas de tránsito de los últimos días. “Estimamos que las posibilidades de trasladarse serán si no imposibles, sumamente limitadas durante el auge de la tormenta el viernes de noche y el sábado”, añadió NWS.
Según las últimas previsiones, las nevadas más abundantes y los vientos más fuertes (de hasta 90 km/h) de la tormenta, que ha sido denominada Jonas, comenzarán este viernes 22 de enero en la noche y durarán todo el día del sábado.
La capital federal y sus suburbios podrían recibir más de 60 centímetros de nieve en corto tiempo, junto a fuertes vientos, según los meteorólogos.
La alcaldesa de Washington Muriel Bowser urgió a los residentes a permanecer en sus casas. Las escuelas fueron cerradas desde el viernes al mediodía, al igual que las oficinas públicas. El transporte estará abierto hasta el viernes a la medianoche. “Quiero ser muy clara con todos. Vemos esto como una tormenta mayor. Tiene implicaciones de vida o muerte”, dijo Bowser.
La tormenta podría afectar a unos 70 millones de personas. Una quincena de estados decretaron alertas a lo largo de la costa atlántica, y también han tomado precauciones incluso en el centro del país como en el estado de Arkansas.