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“EE.UU. será más importante para Cuba”

El académico asegura que la isla va a tener un proceso de liberalización económica basado en las experiencias de China y Vietnam y que va a ser dependiente de EE.UU., aunque no en la misma medida en que lo fue antes de la ruptura de las relaciones.

Daniel Emilio Rojas, ESPECIAL PARA EL ESPECTADOR
06 de abril de 2015 - 02:00 a. m.
John Coatsworth, rector de la Universidad de Columbia, Nueva York. Oficina del rector, Universidad de Columbia
John Coatsworth, rector de la Universidad de Columbia, Nueva York. Oficina del rector, Universidad de Columbia

John H. Coatsworth, rector de la Universidad de Columbia y especialista en América Latina, habla sobre el restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Asegura que la isla va a tener un proceso de liberalización económica basado en las experiencias de China y Vietnam y que la crisis venezolana es irrelevante en los actuales acercamientos entre Washington y La Habana.

¿Qué tentativas de acercamiento entre EE.UU. y Cuba se realizaron en las últimas décadas?

Con la excepción de la administración de George W. Bush, cada uno de los presidentes de los EE.UU., desde John F. Kennedy, iniciaron conversaciones con el gobierno cubano para restablecer las relaciones. En cada caso, sin excepción, a los cubanos se les hizo saber que si se tomaban medidas tendientes a satisfacer las demandas de los EE.UU., estos responderían facilitando la normalización de las relaciones. Sin embargo, durante muchos años los cubanos han intentado responder a esas exigencias sin sacrificar sus propios intereses pero, con la excepción de la administración Obama, han recibido muy pocas respuestas positivas de los gobiernos estadounidenses.

¿Por qué un acercamiento entre EE.UU. y Cuba en este momento?

Tiene que ver con tres aspectos. El primero es el cambio de la estructura demográfica de la población cubano-americana, que favorece de forma mayoritaria la normalización de las relaciones. Las condiciones de política interna que favorecían el embargo cambiaron, dado que la población cubana residente en EE.UU. cambió de opinión al respecto y las nuevas generaciones no están apoyando el embargo. Un segundo punto está relacionado con que todo lo que EE.UU. quiera hacer en América Latina será más fácil si se normalizan las relaciones, y si la administración Obama quiere hacer algo constructivo en la región, la normalización de las relaciones con Cuba es imperativa. El último factor, que constituye la guía principal de la política internacional de la administración Obama, puede resumirse en las letras DDSS, es decir, don’t do stupid stuff (no hagas estupideces).

¿Creó la actual crisis política y económica venezolana una coyuntura favorable para los acercamientos entre los EE.UU. y Cuba?

La crisis política y económica en Venezuela es irrelevante. Los cubanos no están contemplando un acercamiento con EE.UU. por los problemas económicos que haya podido generarles la crisis venezolana. Si se piensa en cuáles serían las posibles consecuencias del alivio de las tensiones entre Cuba y EE.UU., habría que hablar de un flujo creciente de turistas estadounidenses hacia Cuba y de una distensión de las reglas estadounidenses que regulan la inversión de capitales en la isla. El punto esencial en este terreno es la inversión de los EE.UU. en Cuba, y eso no depende de las relaciones de la isla con Venezuela.

¿Cómo puede afectar el restablecimiento de las relaciones con Cuba la política interna de EE.UU.?

Todas las encuestas sugieren que la comunidad hispana de EE.UU., que representa una parte muy importante del censo electoral, y de forma más general todos los estadounidenses, están sosteniendo la normalización de las relaciones. Y eso se va a traducir en beneficios electorales para el Partido Demócrata y para el presidente Obama.

¿Puede el restablecimiento de las relaciones entre ambos países transformar la política hemisférica de EE.UU.?

Sería mucho más fácil para EE.UU. mantener sus relaciones en la región con otros países latinoamericanos. Los objetivos en comercio, inversión extranjera y derechos humanos que el gobierno estadounidense promueve en la región pueden ser más fáciles de alcanzar si se normalizan las relaciones con Cuba.

¿Dónde va a quedar el debate sobre los derechos humanos en el Estado cubano?

Hay dos tipos de factores. Uno está relacionado con el Estado cubano y su estructura. Cuba es un régimen de un solo partido, los partidos de oposición no están permitidos, hay elecciones, pero sólo un partido puede participar. Eso sí, no hay que olvidar que los cubanos tienen cierta capacidad de decisión para elegir representantes. En cualquier caso, Cuba no va a cambiar la estructura del Estado para posibilitar la normalización de las relaciones con EE.UU. El modelo cubano se funda sobre los ejemplos de China y de Vietnam, es decir, sobre la liberalización de la economía sin transformar la estructura política. Un segundo elemento tiene que ver con la política dentro de la isla y los cubanos no son receptivos al pedido de EE.UU. de establecer un sistema electoral democrático, competitivo y multipartidista. Es probable que en el futuro el régimen sea más flexible. En cualquier caso, es importante no olvidar que no hablamos de un régimen que tenga que ser represivo para mantenerse en el poder.

¿Puede la apertura de las relaciones con Cuba significar una redefinición de espacios de influencia en el Caribe en donde México, Brasil y Venezuela busquen réditos económicos?

México, Brasil y Venezuela tienen políticas internacionales muy activas en el Caribe y hacia Cuba. Sin embargo, no hay políticas que estén compitiendo entre sí. Por ejemplo, los venezolanos tienen una política hacia Cuba en la que se intercambian petrodólares por profesores y personal médico; también les venden petróleo por debajo de los precios del mercado (tal como lo hacen con otros países de la región). Eso es extremadamente benéfico en términos económicos para los cubanos. Al mismo tiempo, del lado mexicano hay inversiones significativas en el sector del turismo y de las telecomunicaciones; una empresa brasileña está terminando de construir Puerto Mariel, que es muy importante y que tiene un potencial enorme para el futuro. Pienso que estos países se benefician de las relaciones con Cuba y pueden continuar haciéndolo sin necesidad de competir.

¿Qué importancia puede tener Cuba como futuro socio comercial de los Estados Unidos?

Como en el pasado, antes de la ruptura de las relaciones, EE.UU. será más importante para Cuba que Cuba para los EE.UU. Hay una asimetría en la relación entre los dos países que será tan importante como lo fue antes de 1959. Aquí la pregunta es saber si Cuba puede hacer una transición económica y política exitosa, siguiendo el ejemplo de los chinos. Tengamos en cuenta que la relación entre EE.UU. y China está atravesada por dos factores esenciales: Estados Unidos no representa una amenaza seria para China y la relación económica entre EE.UU. y China es una relación en la cual EE.UU. no puede castigar a China sin castigar al mismo tiempo sus propios intereses económicos. Sin embargo, ninguna de estas condiciones existe en la relación entre Cuba y EE.UU. En términos militares, Cuba es un país esencialmente defensivo y después de la normalización de las relaciones los cubanos van a ser nuevamente dependientes de los EE.UU., aunque no en la misma medida en que lo fueron antes de la ruptura de las relaciones.

¿Cuál fue el papel del Vaticano en los acercamientos?

El Vaticano ha tenido un papel constructivo en los últimos 30 años en Cuba, desde la visita del papa Juan Pablo II a la isla. Ha intentado mediar en ocasiones entre los dos gobiernos, y el hecho de que haya un papa argentino, que considera que las relaciones entre los dos gobiernos son un factor importante, también ha tenido que ver. 

¿Qué estrategia va a emplear el gobierno Obama para enfrentar a los detractores del restablecimiento de las relaciones entre ambos países?

No creo que la administración Obama pueda hacer mucho. Los detractores parecen estar aferrados a su posición. Lo único importante para cambiar esa posición va a ser el paso del tiempo.

¿Qué estrategias podrían emplear los detractores?

Un buen número de los miembros del Congreso que se oponen a las relaciones con Cuba indicaron que también se van a oponer a otro tipo de iniciativas de la administración Obama. Van a intentar cooptar a los embajadores y a otros funcionarios importantes vinculados con la política

¿Y qué sucedería en el marco de la redefinición de las relaciones en el Caribe con Rusia, China y la Unión Europea? 

Ni Rusia, ni China y ni la Unión Europea tienen grandes intereses en el Caribe si se les compara con sus intereses en el resto del mundo. Sin embargo, Rusia, que tiene diferencias con EE.UU., puede encontrar en Cuba un aliado para irritar a EE.UU. de vez en cuando. Pero EE.UU. va a ignorar esas irritaciones, porque los rusos no van a ganar mucho con ellas. Los chinos tienen una relación histórica con Cuba y hay un comercio considerable, pero este es sobre todo significativo para los cubanos y no para los chinos. Varios países de la Unión Europea tienen inversiones en Cuba, particularmente en turismo, y esas inversiones podrían cubrir también a otros sectores, y es claro que esos estados van a continuar expresando su interés en tener más democracia y más derechos humanos en la isla. Pero quizá, con excepción de España, Cuba tampoco es una prioridad para los europeos.

 

Por Daniel Emilio Rojas, ESPECIAL PARA EL ESPECTADOR

 

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