El candidato del más allá

Jesús Parra es el único político que se quiso postular a ocupar la alcaldía del municipio de Chilapa, en donde se encuentran desaparecidas 16 personas por la guerra entre dos carteles.

El Espectador
25 de mayo de 2015 - 10:14 a. m.
EFE / EFE
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 Lo que hay en Chilapa es miedo. Desde hace varios años esta población, ubicada en el estado de Guerrero (sur de México) está en medio de una lucha entre carteles, que quieren dominar la zona por su estratégica ubicación. Esta semana se conoció que durante cinco días un grupo de 300 hombres armados se tomaron esta localidad. Al final de la toma reportaron a 16 personas desaparecidas, pero se teme que sean muchas más. Según un funcionario federal, fue la actuación prudente de las autoridades durante la toma de Chilapa la que evitó una masacre.

“Una mala actuación iba a traer una masacre”, dijo un funcionario federal, que explicó que Chilapa es la única ruta de Guerrero que al parecer queda en disputa después de que las fuerzas federales tomaran el control de la seguridad de Acapulco, Iguala y Cocula.

Muchos vincula la ola de violencia en Chilapa con la cercanía de las próximas elecciones, las del 7 de junio, en las que se elegirán 1.996 cargos, incluidos 500 diputados federales y gobernadores de nueve estados. El primero de mayo el alcalde de Chilapa, Ulises Fabián, fue asesinado. Se pensó que tras los violentos hechos, no habría candidato. Pero surgió uno: Jesús Parra, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que reta a los delincuentes: “Yo ya fallecí y regresé”, les dijo a los periódicos El Mundo y Milenio de México que cuentan la historia de este candidato.

“El miedo cundió entre los miembros del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Durante varios días después de que asesinara a Ulises Fabián nadie quería tomar su lugar como candidato a alcalde de Chilapa, uno de los municipios más violentos de México y donde una sarta de microcarteles de la droga llevan años matándose con particular barbarie. José Santos, su suplente, estaba aterrado: se negó, por temor a ser el siguiente ejecutado. Al menos otras dos personas contactadas por los dirigentes estatales y a las que se les preguntó de manera informal rechazaron la oferta. Dijeron no de inmediato”.

Dice el artículo que no había muchos aspirantes a gobernar una ciudad en la que los secuestros que acaban en asesinatos son tan cotidianos como las desapariciones y los homicidios, pues ya han matado a activistas, sacerdotes, ingenieros, taxistas, estudiantes y políticos.

El actual alcalde Priista, Francisco Javier García, por ejemplo, se encuentra recluido en una casa de muros altos. “Cuando no se halla en el exilio, ahí despacha, rodeado por sus mascotas preferidas: guajolotes (pavos) y pericos. Para salir a la calle tiene que hacerlo protegido en todo momento por policías municipales”, dice la nota.

¿Por qué Jesús Parra se lanzó al ruedo”. “Es un personaje poco habitual que ya está seguro de haber muerto y resucitado una vez y que todas las mañanas les reza a los santos cuando sale a hacer campaña. Es Jesús Parra y en la mano izquierda lleva tres pulseras coronadas por medallas de San Judas Tadeo. En la derecha, carga otras dos. Una de la Virgen y otra de San José. En el cuello lleva un rosario, un escapulario y una cruz de la Onda Juvenil Católica”, señalan El Mundo y Milenio.

Dice que tuvo una experiencia sobrenatural, que estuvo en un túnel y que regresó a la vida cuando entró en un coma en 2012 luego de un mes de juerga. “Eran tiempos en los que este priísta vivía una batalla con el alcohol que, dice, lo llevó a las puertas del más allá, lo que se conoce como una experiencia cercana a la muerte. Desde entonces dice que no toca una gota de licor”.

Jesús dice que siempre soñó con ser alcalde y se preparó toda su vida para ello.

Por El Espectador

 

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