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'El Chapo', a un paso de ser extraditado

De acuerdo con expertos en seguridad en México, el gobierno de ese país no tiene otra opción que entregar al narco a la justicia de EE.UU.

Redacción Internacional
09 de enero de 2016 - 03:41 a. m.

El futuro del narcotraficante más buscado del mundo parece tener un destino seguro: Estados Unidos. De acuerdo con expertos en seguridad mexicanos consultados por este diario, esta vez el presidente Enrique Peña Nieto no tendrá otra opción que extraditar a Joaquín, el Chapo Guzmán, líder del cartel de Sinaloa.

Tras la vergüenza que pasó el 11 de julio de 2015, cuando quedaron en evidencia ante el mundo los impresionantes fallos de la seguridad y la justicia mexicanas, Peña Nieto ya habría decidido entregar al narcotraficante a las autoridades de Estados Unidos.

En febrero de 2014 –cuando las autoridades recapturaron al capo que se había fugado el 19 de enero de 2001 de la prisión Puente Grande, en Guadalajara, en un carrito de lavandería, oculto entre la ropa sucia–, Peña Nieto afirmó que la extradición no era necesaria porque “la seguridad estaba garantizada en las prisiones del país”. Tras seis meses de golpes de pecho, dice la prensa mexicana, el Chapo estará en cuestión de días en una cárcel de máxima seguridad en territorio estadounidense.

Lo explicaba en Univisión Anabel Hernández, experta en narcotráfico y autora del libro Los señores del narco: “Es que el Chapo no perdió poder por estar preso. El poder de su cartel, el de Sinaloa, va mucho más allá: incluye a muchos funcionarios públicos, a muchos narcotraficantes y a una red de corrupción que es mucho más importante que el mismo delincuente”. El exsubprocurador José Luis Santiago Vasconcelos identifica a Guzmán como “uno de los sujetos más inteligentes”, y ya ha demostrado que puede escaparse de cualquier prisión.

Y por eso no hay que correr riesgos. Según Estados Unidos, el Chapo es uno de los narcotraficantes que más droga han hecho circular dentro del país y por ello tiene varias cuentas pendientes en tribunales federales de Arizona, Texas, California, Illinois, Florida y Nueva York, donde enfrenta decenas de cargos por narcotráfico y lavado de dinero.

El jefe de la DEA, Chuck Rosenberg, afirmó que el gobierno de Barack Obama tiene intención de pedir la extradición del narcotraficante, como ya lo había hecho el mandatario en febrero de 2014, cuando el capo fue apresado después de su primera huida.

El senador y precandidato republicano a la Casa Blanca Marco Rubio pidió al Gobierno del presidente Obama que solicite de manera inmediata la extradición a Estados Unidos del narcotraficante mexicano tras su captura. “No solo está perseguido por delitos graves en Estados Unidos, sino que nosotros tenemos la capacidad para llevarlo ante la justicia”, argumentó Rubio, quien preside el Subcomité de Relaciones Exteriores para las Américas y el Crimen Trasnacional del Senado.

“Teniendo en cuenta que el Chapo ya se escapó de una prisión mexicana dos veces, no podemos desperdiciar esta tercera oportunidad de llevarlo ante la justicia”, añadió.

Como anticipándose a la captura del capo –el mayor reto de la administración de Peña Nieto–, un juez mexicano emitió una orden de captura para que el capo prófugo fuera extraditado si era recapturado. Dos semanas antes de la segunda fuga del líder del cartel de Sinaloa, las autoridades habían rechazado la petición de Estados Unidos por defectos de forma. La Procuraduría General de la República (Fiscalía) fue la que desestimó en junio de 2015 la solicitud y fue la que, pasadas dos semanas de la bochornosa huida del narco por un túnel, tramitó la petición estadounidense ante un tribunal para que finalmente sea aceptada.

El exprocurador Jesús Murillo Karam enfatizó la determinación de México en 2014 de mantener preso a Guzmán en su territorio: “Yo puedo aceptar la extradición, pero en el momento en que yo diga. El Chapo se tiene que quedar aquí a cumplir su condena y después lo extradito. Unos 300 o 400 años después. Falta mucho”. El momento se les adelantó.

Cronología tras el 'Chapo'

1993
Junio
Joaquín Guzmán Loera, alias “Chapo”, es capturado en Ciudad de Guatemala. Permanece en la cárcel de máxima seguridad de Almoyola (Juárez) hasta 1995 y luego es trasladado a Puente Grande. Es condenado a 20 años de prisión.

2001
Enero
En la noche del 19 se fuga de Puente Grande, según las autoridades, escondido en un carro de ropa. Su desaparición es notada al día siguiente: se despiertan sospechas de corrupción en el penal.

2009-2011
En medio de su búsqueda, seis de sus familiares son asesinados. Uno de los más cercanos es su hijo, Édgar Guzmán López, de 22 años. Uno de sus hermanos, Luis Alejandro Cabral, es condenado por lavado de dinero. Descubren uno de sus escondites en Durango.

2011
Para este año, el FBI y la Interpol han puesto al “Chapo” en la cabeza de la lista de los delincuentes más buscados. La revista “Forbes” calcula su fortuna en cerca de US$1.000 millones. Su negocio, con centro en Sinaloa, permanece en pie.

2014
Febrero
La Armada de México, tras una intensa búsqueda, recaptura al “Chapo” en Mazatlán, Sinaloa. Ya en la cárcel, denuncia malos tratos por parte de los oficiales, hacinamiento e insalubridad.

2015
Julio
Pese a la máxima seguridad del penal, el “Chapo” se fuga por un túnel de 1,5 kilómetros que desemboca en una casa. De allí es llevado, según testigos, en un helicóptero hasta Sinaloa.

2016
Enero
El gobierno mexicano anuncia su recaptura, otra vez en Sinaloa, una tierra en la que Guzmán y su cartel tienen una enorme influencia y poseen cientos de cultivos de droga. La DEA participa en su detención.

Por Redacción Internacional

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