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El difícil regreso de los haitianos a su país

Cerca de 17.000 de haitianos que vivían en R. Dominicana de forma ilegal tuvieron que regresar a su país. Bahamas también ha deportado a más de 3.000 haitianos este año.

Redacción Internacional
02 de julio de 2015 - 02:30 a. m.
Flickr - DVIDSHUB
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“Lo que está pasando en Haití es una situación que representa un riesgo de catástrofe humanitaria, un factor de desestabilización para el país, una grave amenaza a la seguridad interna y regional”. Con estas palabras el ministro haitiano de Relaciones Exteriores, Lener Reneaud, describió la llegada de miles de personas provenientes de República Dominicana desde hace quince días, cuando finalizó el plan dominicano de regularización de extranjeros.
 
Según datos oficiales, desde el 17 de junio han regresado a Haití 17.000 personas, la mayoría de ascendencia haitiana nacida en República Dominicana, que durante décadas reconoció a los hijos de inmigrantes haitianos nacidos en el país, independientemente de la condición migratoria de sus padres. Sin embargo, un fallo de la Corte de octubre de 2013 decidió que “los hijos nacidos en el país con padres extranjeros en tránsito no tienen la nacionalidad dominicana”. Un fallo retroactivo a 1929 que convirtió a cerca de 250.000 personas en ilegales.
 
Los migrantes haitianos han cruzado la frontera en el norte de la isla desde hace varias generaciones. Lo hacían para trabajar en las plantaciones de azúcar de República Dominicana. Sin embargo, la crisis que comenzó en 1929 marcó un cambio frente al haitiano. Desde que la economía se vino al piso los inmigrantes se convirtieron en los chivos expiatorios. De hecho, hay una frase muy común entre los dominicanos: “los necesitas pero no los quieres”. Documentos históricos dan cuenta de cómo comenzó una campaña de exterminación. Uno de los episodios más brutales fue en 1937 con la “masacre del perejil porque antes de ser asesinados por los soldados del régimen del dictador dominicano Rafael Trujillo, los soldados les pedían a las víctimas pronunciar la palabra “perejil”. Los registros señalan que entre 9.000 y 20.000 haitianos murieron en esa época. Sus cuerpos fueron arrojados en el Río Masacre.
 
El viaje de regreso
 
A pesar de ese hecho que marcó las relaciones entre los dos países. Durante décadas miles de haitianos huyeron de su país buscando una mejor vida en República Dominicana. Un país que ha permanecido en estado de lucha desde 1804, cuando se independizó de Francia. Sigue siendo hoy uno de los más pobres del mundo, el 78% de su población vive con menos de un dólar al día y el resto con la mitad de eso. Las exportaciones de café y azúcar han caído.
 
Además su historia política ha provocado episodios graves de violencia. Papa Doc, Baby Doc, el padre Aristide, entre otros, han sido los gobernantes de un país al que saquearon y hundieron aún más en la miseria. Y como si eso no fuera poco, los desastres naturales los ha golpeado con fuerza: en 2008 sufrieron el paso devastador de la tormenta Fay, el huracán Gustav, la tormenta Hanna y el huracán Ike. Pero en 2010 vivieron el peor de los escenarios: 300.000 personas murieron tras un terremoto. Hoy, el país no se ha recuperado y vive de la ayuda extranjera. El sector agrícola no logra recuperarse, el 2% de la población tiene agua potable, la economía se basa en la informalidad. Según datos del Banco Mundial, el desempleo alcanza al 70% de la población activa, la educación llega solo al 42% de la población de 10 millones de habitantes.
 
Y ese triste presente fue el que trataron de evitar los 17.000 haitianos que se vieron obligados a regresar. Muchos huyeron de su país y encontraron trabajo, mejores condiciones de vida y educación para sus hijos. Hoy deben dejar eso atrás y tratar de encontrar un futuro en un país ajeno y lleno de problemas.
 
"Hemos obtenido unos resultados de retorno voluntario de 17.456 personas en seis días", señaló el director general de Migración, Rubén Paulino. Agregó que de ese total, 858 inmigrantes regresaron en autobuses facilitados por el gobierno. Sin embargo, el plan dejó por fuera a 180.152 inmigrantes, indicó Luis Henry Molina, viceministro de la Presidencia.
 
El Movimiento Justicia Migratoria, formado por organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes haitianos y sus descendientes, estima que del programa quedaron marginados unos 200.000 de los 458.000 haitianos que se calcula que residen en Dominicana. Según las autoridades, unas 55.000 personas presentaron solicitudes de naturalización. "Se les está dando solución a través del reconocimiento de esa documentación y su consiguiente estatus de ciudadanía dominicana. Más de 12.000 personas han acudido ya a las oficinas de la Junta Central Electoral a recoger su documentación", aseguró Molina.
 
"Estaremos incentivando hasta el último momento la salida, el regreso voluntario de todos; tan pronto esa etapa se agote, entraremos al retorno no voluntario", dijo a su vez el ministro administrativo de la presidencia, José Ramón Peralta, en referencia a las deportaciones. En tanto, este viernes se cerró el paso de frontera entre las ciudades de Uanaminthe y Dajabón, informó a la AFP en Puerto Príncipe una fuente de la organización jesuita de ayuda a los migrantes, que trabaja desde 1999 en la acogida de ciudadanos haitianos expulsados de la República Dominicana.
 
Reneaud, preocupado por una situación que supera a las fuerzas del orden de su país, explicó a la prensa que el gobierno de Haití quería obtener un protocolo de acuerdo con su vecino dominicano para organizar las repatriaciones. Las relaciones entre los dos países que se dividen la isla de La Hispaniola se deterioraron después de un cambio de la política migratoria de República Dominicana.
 
La Organización de Estados Americanos (OEA) anunció que mandará una misión a República Dominicana para analizar esta situación "preocupante".

Por Redacción Internacional

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