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Las denuncias en contra del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner se suceden una a otra, domingo tras domingo, en el que se ha convertido en el espacio más visto de la televisión argentina. Con una mezcla de humor político e investigación, allí se han dado a conocer numerosos casos de corrupción e historias que cuestionan constantemente al poder de turno: la inflación, la inseguridad, el aparente enriquecimiento ilícito de los Kirchner...
Por primera vez en los últimos diez años, un hombre ajeno al Gobierno —y trabajando ahora para el Grupo Clarín— marca la agenda política del país. Se trata de Jorge Lanata, el periodista que dirige Periodismo para Todos. Un hombre que actualmente aparece en todas las conversaciones de mesa. “Yo sólo estoy haciendo lo que sé hacer. Yo hago periodismo. Me he peleado con todos los gobiernos. Lo que pasa es que los Kirchner no aceptan que exista una voz que disienta. Quizás el poder me odie más que nadie, pero está bien, porque yo trabajo para eso, ¿no?”.
¿Lo han tentado para participar en política?
Sí, hace unos años me ofrecieron ser candidato a jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Pero nunca estuve convencido. Hoy hay gente que me quiere ver en política. Claro, es que estoy midiendo 30 puntos de rating cada semana; según Ibope, en radio tenemos el 50% de la audiencia, y encuestas como la de Management & Fit me muestran con el doble de popularidad de la presidenta.
¿Lo veremos haciendo campaña para 2015?
No, olvídese. Gracias, pero no. Mi lugar es otro. Al Gobierno le encantaría porque podrían decir que las denuncias que he hecho se deben a que estoy con la oposición. Pero no, yo hago las denuncias porque soy periodista, así que no les voy a dar ese gusto. Hoy tengo 80% de imagen positiva. Cristina tiene 20%. Aun así, ese no es mi lugar.
¿Cuál es su opinión sobre los diez años de gobierno de los Kirchner?
El resultado es la profunda grieta social que se ve hoy. Nunca se había visto tanto odio. Hay dos posturas totalmente radicales. Este gobierno ha llevado a que los argentinos nos odiemos entre nosotros. Si eres K, la oposición te destroza, pero si no aprobás la gestión de los Kirchner, te tildan de golpista.
En ‘Periodismo para Todos’ son constantes los ataques verbales y gestuales hacia el Gobierno . ¿No contribuye usted también a esta polarización?
Yo nunca necesité de un clima de polarización para que me fuera bien en la profesión, y me va bien desde hace 30 años, mientras que este clima de odio lleva menos de diez. Si contribuir a la polarización es que nosotros hagamos denuncias vinculadas al Gobierno, ¿deberíamos no hacerlas?
¿Ve algo positivo en el gobierno de los Kirchner?
Sí, hubo cosas positivas. Sobre todo con Néstor. Las primeras políticas económicas y la reforma judicial que se hizo al principio fueron muy buenas, al igual que el reconocimiento de los crímenes de la dictadura. El problema es que las decisiones buenas que tomaron en su momento hoy se tergiversaron totalmente. El kirchnerismo como lo conocemos se terminó.
¿Qué cambió entonces con Cristina?
El autoritarismo. Empezaron a ejercer algo que Ernesto Laclau (su filósofo de cabecera) llama democracia autoritaria, rompiendo con la libertad y la autonomía de poderes. Hay un partido que controla el Ejecutivo y el Legislativo, y va detrás del Judicial.
Su opinión sobre la actual presidenta siempre ha sido negativa...
¡Es que nunca había entrado tanta plata a Argentina y nunca se había gastado tan mal! Este es el peor momento para la presidenta. Es increíble, porque en un par de años su imagen se deterioró bastante. De ser votada por más de un 51% hoy no llegaría ni al 20%.
¿Qué cree que pase con las denuncias de corrupción que viene haciendo?
Nosotros sacamos las pruebas. Hay testigos que luego salen en canales vinculados al oficialismo diciendo que fueron engañados, que inventaron sus testimonios para hacernos quedar mal a nosotros. Pero hay pruebas, documentos, cámaras escondidas que son irrefutables. El problema es que no creo que hoy exista un juez que sea capaz de tomar un caso en contra del Gobierno. Será un proceso lento, pero algún día van a ser juzgados.