Más de 28.000 personas han muerto en los últimos años intentando pasar de África a Europa. Esa es la cifra que concluyó un grupo de periodistas investigativos independientes de ese continente, que se unió para tratar de dar respuesta a un interrogante que, a pesar de estar en la mente de todo el mundo, pocos se habían preocupado por responder: ¿cuánta gente muere haciendo el esfuerzo de cruzar las fronteras del Viejo Continente?
Una cifra nada fácil de digerir a apenas una semana larga de la mayor tragedia en el Mediterráneo de los últimos tiempos: un bote pesquero con unos 900 inmigrantes, que había salido de Libia y cruzaba el canal de Sicilia, se dio vuelta y naufragó. De ellos, unas 700 personas desaparecieron: las autoridades creen que murieron ahogados pero los últimos informes hablaban de sólo 24 cadáveres recuperados.
Según el periodista francés Nicolas Kayser-Bril, "nadie estaba siguiéndole el rastro a la información", un vacío que llevó a un grupo de periodistas a crear el proyecto 'The Migrants Files' (Los Archivos de los Migrantes), una base de datos que muestra dónde, cuándo y cómo murieron las personas que intentaban llegar a Europa. Este ejemplo de periodismo trasnacional es raro en Europa, reporta Melissa Bailey en la página de Nieman Lab, una iniciativa de periodismo de la Universidad de Harvard.
La idea de 'The Migrants Files' surgió en 2012, cuando Grecia construyó una gran cerca en su frontera para evitar el paso por tierra de personas provenientes de Turquía -es decir, de refugiados sirios-. "Nos preguntamos cuánta gente empezaría a intentar entrar por mar y nos dimos cuenta de que no existían datos al respecto. Ninguna institución europea o internacional, ningún estado miembro (de la Unión Europea) estaba recolectándolos. Así que decidimos hacerlo nosotros mismos", resaltó Kayser-Bril, quien se organizó con 10 periodistas de seis países para este proyecto.
Europa enfrenta una grave problemática de inmigración. Habitantes de países africanos como Ghana, Kenia, Etiopía, Libia, Egipto o Argelia compran cupos -que pueden valer miles de dólares- en barcos pesqueros para que atraviesen el Mediterráneo. Los destinos, principalmente, son Italia, España y Francia. Se calcula que tan solo este año han muerto más de 1.500 africanos intentando llegar a Europa por el Mar Mediterráneo.
Este tema se ha convertido en todo un reto político por afrontar para la Unión Europea, que hasta ahora ha sido más bien indiferente frente a este drama a pesar de que los países de los cuales huye la gente fueron colonias europeas, algunos hasta el siglo pasado.