El dictador de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, es el gobernante vivo con más años en el poder: 37. En 1979 derrocó a su tío Francisco Macias Nguema y ha gobernador, por no decir otra cosa, desde entonces. Sin embargo, ha dicho que en 2023, cuando finalice su cuarto período, va a entregar el poder, por supuesto, a alguien de confianza. Seguramente uno de sus hijos, Teodoro Obiang Nguema Mangue. Si es que no es condenado antes.
Teodorín, como se le conoce, se convirtió en el primer dirigente africano en ser acusado por corrupción por parte la justicia europea. De acuerdo con la justicia francesa, Obiang invirtió decenas de millones de euros en mantener una vida de lujos y excesos en París. Y la fuente de ese dinero, asegura, no fue otra que el saqueo inmisericorde de las arcas ecuatoguineanas. Un desangre de cerca de 110 millones de euros. Se espera que el juicio en su contra inicie en enero de 2017.
Ya Obiang, a quien conocen, igualmente, como El Patrón, ha sido investigado por corrupción y lavado de activos. El año pasado, evitó ser condenado por la justicia estadounidense, al llegar a un acuerdo en el que se comprometía a entregar sus propiedades en ese país, entre otras, una villa en Malibú, California, valorada en US $30 millones. Pero con la justicia francesa no pudo llegar a ningún acuerdo. Esta cuenta con, por lo menos, ocho testigos que dan fe de las extravagancias de Obiang y del cobro de comisiones ilegales, durante su paso por el Ministerio de Bosques. Tiempo que aprovechó para sacarle el jugo al negocio de la venta de madera.
Algunos detalles muestran la desfachatez de Obiang, que es, además, el vicepresidente segundo de su país: por ejemplo, algunos testigos aseguran que acostumbra combinar sus carros de lujo con sus zapatos, de forma tal que si un día se pone zapatos azules, ese día sale a la calle, por ejemplo, en un Rolls Royce azul, uno de los 200 carros de lujo que tiene, avaluados en 12 millones de euros. Es recordado, igualmente, por haber gastado 18 millones de euros en dos días en una subasta en Christie’s. Pero a Obiang se le acabó su vida de “alcohol, putas y droga”, como la describió una persona cercana a él y de ser el patrón de Guinea Ecuatorial, está cerca de convertirse en un preso más en Europa.