El peligroso terreno de las sanciones

Los ministros de la Unión Europea discuten la posibilidad de establecer restricciones a sectores de la economía rusa, un movimiento que podría golpear duramente a ambos bandos

Redacción Internacional
24 de julio de 2014 - 11:08 p. m.
El presidente Vladimir Putin, cuyo gobierno ha rechazado duramente la imposición de sanciones en contra de entidades y personas rusas. / AFP
El presidente Vladimir Putin, cuyo gobierno ha rechazado duramente la imposición de sanciones en contra de entidades y personas rusas. / AFP
Foto: EFE - MIKHAIL KLEMENTEV/RIA NOVOSTI /

La Unión Europea (UE) acordó el jueves extender las sanciones económicas en contra de entidades y personas afines a Rusia luego de la reciente escalada en el conflicto ucraniano, durante el cual fue derribado el vuelo MH17 de Malaysia Airlines, que viajaba de Ámsterdam a Kuala Lumpur, con 298 personas a bordo.
La nueva lista cobija a 15 personas y 18 entidades, cuyos nombres serán divulgados hoy cuando sean publicados en el diario oficial de la UE. Los sancionados se unen a 72 personas y dos instituciones que ya habían sido incluidas en el paquete de restricciones, que contempla el congelamiento de los activos en la Unión y la prohibición de entrada a territorio comunitario.

Los ministros de Relaciones Exteriores se volverán a reunir el viernes para analizar la imposición de sanciones adicionales en contra de Rusia, un movimiento que no sólo podría golpear duramente la economía rusa, sino que implica una agresividad inusitada por parte de países de la Unión Europea que hasta hoy se han abstenido de tomar este camino.

Las nuevas sanciones, de ser aceptadas (movimiento que no se concentraría hasta la próxima semana), contemplarían bloquear el acceso de Rusia a la cooperación europea en sectores de defensa y tecnología para explotación energética, entre otros.
Pero quizás uno de los puntos más sensibles tendría que ver con las restricciones al sistema financiero ruso. Las propuestas que comenzarán a discutir hoy los ministros europeos incluirían la imposibilidad de comprar deuda o acciones de bancos de Rusia que sean por lo menos 50% propiedad del Estado. Según cifras de la agencia Reuters, en 2013, este tipo de bancos consiguieron la mitad de sus capitales, más de US$200 mil millones, en el mercado europeo.

Alexei Kudrin, exministro de Finanzas de Rusia (y hoy una especie de opositor al gobierno del presidente Vlamidir Putin), ha sido una de las voces que ha advertido acerca de las consecuencias de nuevas restricciones internacionales contra este país. Kudrin estima que la ampliación de sanciones contra Rusia podría resultar en la pérdida de un quinto de los ingresos del ciudadano ruso promedio. “Esto es como si, en sentido figurado, quisiéramos entregar voluntariamente entre el 15 y el 20% de nuestros salarios”, dijo en declaraciones a medios. Se estima que en la primera mitad de este año cerca de US$70 mil millones salieron de Rusia luego de la anexión de la península de Crimea.

De llegar a concretarse, la nueva ola de sanciones económicas (denominadas como tercera fase) podría ir acompañada de una dura retaliación por parte de Rusia, que sostiene un intenso intercambio comercial con países como Alemania, Italia y Holanda, lugar de nacimiento de la mayoría de las víctimas del vuelo MH17 de Malaysia Airlines. El gobierno ruso ha expresado su descontento ante estas restricciones comerciales en repetidas ocasiones.

Alemania es uno de los principales socios comerciales de Rusia en Europa: en 2013, las transacciones entre ambos países llegaron a casi US$75 mil millones y sus necesidades energéticas lo sitúan como el principal consumidor de gas ruso. Al menos seis mil empresas alemanas tienen operaciones en Rusia. Por cierto, la Unión Europea suple el 30% de sus necesidades de este combustible a través de oleoductos rusos.
Italia, por su parte, cerró el año pasado negocios con Rusia por el orden de US$54 mil millones y le compra el 20% de sus necesidades de gas a este país.

Holanda es, quizá después de China, el principal socio comercial de Rusia, país que importó en 2012 casi US$10 mil millones en productos holandeses como flores, comida y equipos para oficinas, según un reporte del diario The New York Times. El gobierno ruso estima que cada día el comercio entre su país y el resto de Europa llega a los 1.000 millones de euros.

Las sanciones de este tipo con seguridad abrirían un nuevo frente de confrontación entre Europa y Rusia, un terreno que ambos bandos habían querido evadir hasta ahora, pues las consecuencias para un continente que aún se recupera tras una de las peores crisis económicas del bloque podrían ser nefastas, como también lo podrían ser para un país con vastas reservas energéticas y de capital, pero cuya economía depende hasta cierto punto del comercio con sus vecinos.


Crisis en Ucrania

Renunció a su cargo el primer ministro ucraniano Arseni Yatseniuk, que había asumido esta posición luego de la salida del poder del expresidente Víktor Yanukóvich. Su papel era vital en el gobierno ucraniano, que hoy lucha para contener una revuelta popular en las regiones del Este, en donde operan grupos rebeldes afines a Rusia. La renuncia de Yatseniuk se da luego de la negativa del Parlamento a aprobar una reforma energética y a la ruptura de la coalición de partidos políticos que daba sustento al Gobierno.

Por Redacción Internacional

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar