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El rompecabezas de Petrobrás

El escándalo de corrupción más grande de los últimos años en Brasil puso contra las cuerdas a la presidenta Dilma Rousseff, quien según medios de ese país sería destituida en menos de un mes.

Redacción Internacional
03 de abril de 2016 - 02:00 a. m.

Lo paradójico es que el juicio político que se le abrirá el 17 de abril no tiene nada que ver con este caso, sino con maniobras contables que habría avalado para supuestamente maquillar los resultados de su gobierno en los dos últimos años.

Fundada en 1953, emplea a 87.000 personas y produce dos millones y medio de barriles de crudo al día. Tras el descubrimiento de nuevos yacimientos en 2006, se convirtió en la clave del futuro económico brasileño, en la que los últimos gobiernos pusieron sus esperanzas para mantener sólidas las finanzas brasileñas. Pero la investigación por corrupción que estalló en 2013, con detenciones masivas, parece hundirla: mientras que hace cinco años costaba 380.000 millones de reales, hoy sólo vale 125.000 millones. Ya se anunció un plan para de despidos voluntarios que afectará a 12.000 empleados. 

PETROBRÁS

Esta es la mayor empresa de Brasil y la estatal más grande de América Latina. Fundada en 1953, emplea a 87.000 personas y produce dos millones y medio de barriles de crudo al día. Tras el descubrimiento de nuevos yacimientos en 2006, se convirtió en la clave del futuro económico brasileño, en la que los últimos gobiernos pusieron sus esperanzas para mantener sólidas las finanzas brasileñas. Pero la investigación por corrupción que estalló en 2013, con detenciones masivas, parece hundirla: mientras que hace cinco años costaba 380.000 millones de reales, hoy sólo vale 125.000 millones. Ya se anunció un plan para de despidos voluntarios que afectará a 12.000 empleados.

LA INVESTIGACIÓN

En 2009 comenzó la operación llamada “Lava Jato” (lavado de automóviles), que investigaba una red de lavado de dinero en Brasilia y São Paulo, pero que terminó destapando el caso de pago de sobornos más grande de la historia en la empresa estatal Petrobrás. Los investigadores encontraron que durante los últimos diez años la empresa desvió cerca de US$4.000 millones en pago de coimas y cobros ilegales en licitaciones. La trama corrupta era tan grande que, de acuerdo con el juez, llegó a varios países de América Latina como Venezuela, Argentina y Colombia, entre otros. Las conexiones extranjeras del caso son muchas. Los investigadores llegaron hasta Suiza para rastrear activos ilegales presuntamente enviados por varios de los implicados.

EL ESQUEMA CORRUPTO

De acuerdo con los investigadores, Petrobrás licitaba sus grandes obras a empresas constructoras y de ingeniería brasileñas, pues la política implementada por Dilma Rousseff, entonces ministra de Energía, era promover la industria nacional. Los directivos de la estatal, empresas contratistas y especialistas en lavar dinero montaron un sistema para amañar las licitaciones, pagar sobrecostos y desviar millonarios fondos. Del costo total de un contrato se desviaba entre el 1 y 5 % a empresarios y políticos. Luego ese dinero se reintroducía al sistema mediante negocios como gasolineras, lavanderías y hoteles. En otros casos se transferían millonarias cifras a cuentas bancarias en China o Hong Kong o a empresas fachadas que simulaban importaciones y exportaciones.

LOS POLÍTICOS VINCULADOS

Los partidos políticos entran en la trama corrupta al recibir financiación irregular para sus campañas, principalmente los parlamentarios. Sin embargo, varios autos mencionan a los expresidentes Fernando Henrique Cardoso (del Partido de la Socialdemocracia Brasileña, PSDB), Luiz Inácio Lula da Silva (del gobernante Partido de los Trabajadores, PT) y Fernando Collor de Melo (senador del Partido del Trabajo de Brasil, PTB). El presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, también fue vinculado en la trama. Renán Calheiros, expresidente del Senado, fue delatado de haber recibido millones de dólares en coimas. El tesorero del PT, Joao Vaccari Neto, es la figura más próxima al gobierno en ser detenida, al igual que José Dirceu, exmano derecha de Lula y, por consiguiente, del círculo de la presidenta Dilma Rousseff. Delcidio Amaral, del PT, fue el que dijo que Lula tenía pleno conocimiento de la corrupción que envolvió a la compañía.

LOS EMPRESARIOS

Los hombres de negocios más influyentes del país, pertenecientes a 16 compañías como Camargo Correa, Oas, Utc, Odebrecht, Mendes Junio, Engevix, Queiroz Galvao, Iesa, y Galvao Engheharia, están en la mira de la justicia. Doce han sido detenidos. El titular de Odebrecht, Marcelo Odebrecht, y el de Andrade Gutiérrez, Otávio Marques de Azevedo, fueron arrestados. Odebrecht, de acuerdo con el fiscal, habría recibido US$230 millones en sobornos. Fue condenado en marzo a 19 años y 4 meses de prisión, y sobre él recae el futuro político de Luiz Inácio Lula da Silva, pues dicen que de firmar un acuerdo de colaboración, terminaría entregando al expresidente con sus explosivas revelaciones que vincularían al exmandatario.

EL VENTILADOR

Los primeros vinculados al caso firmaron un acuerdo de colaboración con la justicia, delatando a otros implicados. Ahí se prendió el ventilador y se descubrió la magnitud del caso. Testimonios de Paulo Roberto Costa, director de Abastecimiento de la empresa entre 2004 y 2012, aceptó haber recibido US$1,5 millones para facilitar la compra de una refinería en Estados Unidos, él ha delatado a varios políticos. El cambista Alberto Yousseff, quien ya había sido procesado en 2003 por crímenes contra el sistema financiero en el Banco de Paraná, también ha vinculado a varios empresarios y colegas. El exdirector internacional Néstor Cerveró también está hablando. Se han firmado 12 acuerdos de colaboración entre la Procuraduría y personas que están siendo investigadas para reducir sus eventuales condenas y multas económicas. Por eso el número de implicados ha aumentado.

LAS DETENCIONES

Hasta ahora la Fiscalía ha iniciado un total de 279 procedimientos, ha detenido a 113 personas y está investigando a 232 empresas. En el último año se han dictado 64 órdenes de prisión preventiva.

EL PAPEL DE DILMA

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, presidió el Consejo de Administración de Petrobrás entre 2003 y 2010, año cuando se aprobaron y ejecutaron las operaciones más escandalosas del caso (la más grave la compra de una refinería en Pasadena (EE. UU.) por un precio 47 veces mayor al real). De acuerdo con los medios de comunicación, ella utilizó la red de corrupción para comprar voluntades políticas y lograr su reelección, algo que no ha sido comprobado por las investigaciones. La mandataria está en un momento complejo por la pérdida de popularidad y por la pérdida de apoyo de sus aliados. El PMBD se retiró esta semana del gobierno, pero no renunció Michel Temer, el vicepresidente, quien tomaría la presidencia en caso de que Dilma Rousseff sea sacada del cargo.

EL VICE

A Michel Temer, vicepresidente de Brasil y hoy rival político de Rousseff, las cosas no le están saliendo bien. Anunció el retiro de su partido, el PMDB (Partido del Movimiento Democrático Brasileño) del gobierno, con la intención de suceder a Rousseff, en caso de que sea destituida tras un juicio político. Pero las cuentas le salieron mal: el viernes solicitaron su impeachment. ¿Quién saldrá primero?

¿Y LULA?

Esta es la figura de la discordia en todo el entramado. Es el político con mayor popularidad en el país y tenía planeado ser candidato presidencial en las elecciones de 2018. El pasado 4 de marzo fue detenido para ser interrogado por posibles delitos de corrupción y lavado de dinero en el caso Petrobrás. Lula denuncia un complot y se declara perseguido político. Para blindarlo, Rousseff lo nombra jefe de gabinete, nombramiento que fue bloqueado por la Corte Suprema de Justicia. Pero Lula es el único que puede resolver la crisis. Esta semana logró convencer a varios diputados de no apoyar el juicio político y ganó otra batalla: el Tribunal Supremo aprobó una medida para que el juez Sergio Moro no siga investigando al expresidente.

EL JUEZ QUE INVESTIGA

Sergio Moro es la estrella del caso. Un magistrado joven (43 años), con intachable pasado y especializado en delitos vinculados al lavado de dinero. Estudió derecho en la Universidad de Maringá y luego cursó un programa en Harvard Law School. En 2005 demostró que varios parlamentarios recibieron sobornos para apoyar leyes impulsadas por el gobierno de Lula. Sus críticos lo acusan por utilizar la figura de la “delación premiada” para obtener información.

LA DESTITUCIÓN

Aunque varios miembros de su entorno han sido salpicados por la corrupción, Rousseff iría a juicio por una supuesta adulteración de las cuentas públicas. Esta semana es clave para el proceso Así sería el proceso

1. El 4 de abril 65 diputados dan su decisión sobre si el juicio para destituirla procede. El presidente de la Cámara tiene 48 horas para someter el juicio a plenaria con 513 diputados. La votación sería el 15 de abril.

2. Se necesitan 342 diputados (dos tercios) que apoyen el juicio para que la acusación avance. Si no se consiguen estos votos, el proceso se cierra. Para bloquear la iniciativa se necesitan 171 votos. Rousseff tendría 209 votos a su favor, que consiguió esta semana el expresidente Lula.

3. Si se aprueba la moción de juicio, esta debe ser enviada al Senado, de 81 miembros.

4. La Cámara formará una comisión de 21 miembros para dar su opinión sobre el proceso.

5. Se necesitan 42 senadores para que el dictamen sea aprobado en el Senado. Si se inicia el juicio, la presidenta será separada de su cargo 180 días. La sesión final sería en el Senado bajo la dirección del presidente de la Corte Suprema y su destitución definitiva se haría con 54 votos. Si no se consiguen estos votos, el proceso se archiva.

Por Redacción Internacional

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