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El voto de los liberados

Sudáfrica celebró sus quintas elecciones libres desde el fin del apartheid, en 1994. Poco más de 25 millones de sudafricanos se registraron para elegir a los 400 diputados del Parlamento, que a su vez eligen al presidente.

Redacción Internacional
08 de mayo de 2014 - 04:24 a. m.
Más de 25 millones de sudafricanos se registraron para elegir los miembros del Parlamento, que a su vez eligen al presidente. / EFE
Más de 25 millones de sudafricanos se registraron para elegir los miembros del Parlamento, que a su vez eligen al presidente. / EFE
Foto: EFE - IHSAAN HAFFEJEE

 La votación sirve para renovar el poder en Sudáfrica, claro, pero también como una suerte de evaluación del país dos décadas después del apartheid y, en especial, de la gestión del Congreso Nacional Africano (ANC, por sus siglas en inglés), partido que ha gobernado la Nación desde su liberación y al cual perteneció Nelson Mandela, padre de la democracia moderna sudafricana y una de las principales figuras en la contienda, no importa que haya muerto en diciembre del año pasado.

Mandela está en buena parte de los volantes que ha distribuido el ANC, algunos de los cuales rezan “Hazlo por Madiba, vota ANC”; Madiba era el nombre de Mandela en el interior de su clan. La liberación del apartheid es una de las principales banderas del partido, un triunfo histórico, por supuesto, pero que 20 años después aparece algo escaso, por decirlo de cierta forma.

Sudáfrica cuenta hoy en día con un cuarto de su fuerza de trabajo desempleada, el sector minero ha sufrido varias huelgas que han paralizado la producción de aluminio, por ejemplo, y el ANC se ha visto envuelto en escándalos de corrupción que incluso cobijan a su máximo líder, Jacob Zuma, actual presidente.

Zuma asumió la presidencia del país hace cinco años (2009) justo después de que una investigación en su contra por corrupción fuera cerrada. Hoy enfrenta un escándalo similar por presunta malversación de US$23 millones de fondos públicos para renovar su casa privada en Nkandla, su pueblo natal.

El arzobispo Desmond Tutu, premio Nobel de Paz de 1984, aseguró en una entrevista que le alegraba que Mandela no estuviera vivo para presenciar la dirección que había tomado Sudáfrica bajo el ANC. El descontento por las políticas del partido se siente aún más en los ciudadanos de una generación que se conoce como ‘los que nacieron libres’ o ‘los liberados’: aquellos jóvenes que votan por primera vez y que vinieron al mundo en la era después del apartheid.

Aunque tres cuartos de los votantes sudafricanos se registraron para esta elección, entre la generación de ‘los liberados’ esta proporción es de apenas un tercio, un tercio que creció sin el estigma del apartheid, por un lado, pero que también creció sin revivir las viejas conquistas del ANC, sino observando su trabajo actual.

Con todo, se espera que el ANC arrase de nuevo en la elección y conquiste algo más del 60% de los votos (aunque en los pasados comicios obtuvo cerca del 70%). El resultado más previsible es que Zuma sea reelegido. Sin embargo, las encuestas también señalan que esta votación le entregará más poder a otros partidos, como el opositor Alianza Democrática (DA, en inglés) y los Luchadores de la Libertad Económica (EFF, también en inglés), este último fundado el año pasado por el exlíder de las juventudes del ANC, Julius Malema.

Por Redacción Internacional

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