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Embajadores de Colombia y Venezuela, a consultas

Las relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela llegaron ayer a un punto de crisis.

Redacción Internacional
28 de agosto de 2015 - 03:22 a. m.

El presidente Juan Manuel Santos llamó ayer a consultas al embajador de Colombia en Venezuela, Ricardo Lozano, en el cargo desde mayo de este año. La gota que rebosó la copa fue la prohibición de entrada a Venezuela al defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora, quien revisaría las condiciones de los connacionales en la zona. La Guardia Venezolana también detuvo en la frontera el ingreso de algunos camiones que recogerían los enseres de los colombianos deportados. En respuesta, el presidente Maduro ejecutó la misma acción con su embajador en Colombia, Iván Rincón Urdaneta.

Según Santos, la falta de acuerdos sobre la frontera y el maltrato a los colombianos deportados durante esta semana obligan a revaluar las estrategias diplomáticas entre ambos países. En su breve discurso, Santos pidió a la canciller María Ángela Holguín que solicite una reunión urgente de cancilleres en la Unasur para discutir sobre la caótica situación de la frontera y las recientes acciones de la Guardia Venezolana. Con ese propósito habrá hoy un encuentro extraordinario de ministros en el Palacio de Nariño.

El llamado a consultas es una medida potestativa de cada país, que utiliza cuando se siente inconforme con una situación específica con otro gobierno. La medida no tiene un período específico de aplicación y puede extenderse incluso meses. En la historia reciente, Venezuela había llamado a consultas a su embajador Pavel Rondón en 2007, cuando el entonces presidente Álvaro Uribe suspendió la mediación de su homólogo Hugo Chávez en la liberación de secuestrados en poder de las Farc.

Aunque no es una garantía de que las partes romperán relaciones, el llamado a consultas es por lo general el paso previo a dicha ruptura. En julio de 2010, después de que Colombia entregara pruebas de la presencia de campos guerrilleros de las Farc en Venezuela, Chávez decidió romper las relaciones, que se reanudaron con la posesión de Santos como presidente, en agosto de ese año.

La decisión de Santos se dio justo horas después de que, en una alocución televisada, el presidente Nicolás Maduro dijo que la frontera sólo se abrirá hasta que Colombia “prohíba” el contrabando y tome acciones concretas contra los cambistas de Cúcuta que, según Maduro, producen la devaluación del bolívar.

Los esfuerzos de esta semana han resultado insuficientes. El miércoles, en la reunión en Cartagena de las cancilleres de Colombia y Venezuela, María Ángela Holguín y Delcy Rodríguez, se acordaron reuniones en las que se discutirán temas como el contrabando, el déficit cambiario, el crimen organizado (la razón central por la que, según Maduro, fue cerrada la frontera) y el trato a los deportados, que ya se cuentan en miles. “Siempre he privilegiado el diálogo y lo seguiré haciendo, pero no puedo permitir que Venezuela trate a Colombia y a los colombianos de esa forma”, advirtió Santos.

Por Redacción Internacional

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