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La enmienda, ¿el camino en Venezuela?

Este jueves, la Asamblea Nacional anunciará el mecanismo que activará para recortar la gestión del presidente, Nicolás Maduro.

Elizabeth Ostos
29 de febrero de 2016 - 12:49 a. m.

Con el pueblo a favor y con el tiempo en contra, la oposición venezolana aún no logra definir cuál es la vía constitucional que activará para recortar la gestión de Nicolás Maduro en la Presidencia de Venezuela.

La Carta Magna establece varios mecanismos de cambio de mandato y todos tienen que pasar por un largo proceso de convocatoria y de cumplimiento de normas. Todos sujetos a la interpretación del Tribunal Supremo de Justicia, de mayoría oficialista.

En la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) prosigue el debate sobre por cuál de las opciones se decantan los antagonistas de Maduro: enmienda de la Constitución, referendo revocatorio, asamblea nacional constituyente o declaración de abandono de cargo del presidente de la República.

Al reconocer que durante el fin de semana no hubo consenso en la MUD, su secretario ejecutivo, Jesús Chúo Torrealba, explicó que “la situación del país no se define con revocatorio o referéndum. Aquí estamos analizando la ruta democrática para el cambio de poder”. Luego de pedir paciencia a los venezolanos que quieren un cambio, Torrealba prometió una postura única para el jueves próximo.

En el ámbito político local se conoció que la tesis de la enmienda de la Constitución es la que más tiene fuerza en la MUD. No obstante, el gobernador del estado de Miranda y político de peso, Henrique Capriles, exige el revocatorio como alternativa.

Capriles dijo que “antes de llamar a referendo”, la AN debe aprobar una ley que establezca reglas claras, pues “no tiene sentido hacer el referendo el año que viene, porque saldría Maduro, pero se quedaría el mismo gobierno. Creo que sería un error ir sólo con la enmienda, pero sea cual sea decisión de la Unidad, la vamos a acompañar. El camino de la enmienda va a terminar en el TSJ y eso significa más trabas”.

Para el director del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello, Benigno Alarcón, “la convocatoria a referendo tal y como está normada actualmente por el Consejo Nacional Electoral es bastante difícil de activar. Ante la ausencia de una ley, el ente comicial exige que se recojan millones de firmas de los votantes registrados, en sólo tres días, en sus oficinas regionales y exigiendo la colocación de huellas dactilares. Recordemos que el presidente Maduro pidió hasta la foto del convocante”.

Recordó que la experiencia previa de referendo, en contra del mandato de Hugo Chávez en 2004, tampoco tenía una ley, “y si bien es cierto que la oposición recogió las firmas, lo hizo en un lapso más prolongado. El CNE de aquella época puso todas las trabas posibles y extendió la convocatoria once meses, tiempo suficiente para que Chávez se apertrechara de dinero y planes sociales, además de usar fondos públicos en una millonaria campaña, y ganara la consulta”.

Si el revocatorio se hace en 2017 y si Maduro lo pierde, no cambiaría el Gobierno. La gestión la terminaría el vicepresidente de la República, actualmente Aristóbulo Istúriz.

Alarcón le confirmó a El Espectador que en la consultoría jurídica de la AN “están diseñando la ley de referendo”.

Tomando en cuenta el resultado de las elecciones presidenciales de 2013, para activar el revocatorio a Maduro se requeriría 20% de firmas válidas del registro electoral, unos 3’400.000 rúbricas. Y para cesar su mandato deben votar en contra 7’585.579 electores.

“Sí podemos reunir las firmas y sí podemos sacar esos votos. En las elecciones parlamentarias de diciembre de 2015 obtuvimos 150.000 votos más de esa cifra y seguramente tendremos más, pero el revocatorio tiene trabas legales que pueden extender su convocatoria”, explicó Henry Ramos Allup, presidente de la Asamblea Nacional y quien opta por la enmienda de la Constitución.

Ramos Allup señaló que ha habido conversaciones con representantes del partido de gobierno, “y les hemos propuesto que todos vayamos al recorte del mandato: el presidente, la AN, el TSJ. Voto a voto, que el pueblo decida. También puede darse la declaratoria de abandono de cargo de presidente. Son varias alternativas que se pueden activar en menos de seis meses. Este país no aguanta más este desastre económico y social”.

En breve charla con este diario, el presidente de la AN ratificó que los partidos que conforman la MUD se inclinan por la enmienda constitucional, la cual es su preferida, que puede activarse con la votación afirmativa de la mayoría simple de la AN, “y después de ser publicada esta resolución en Gaceta Oficial, se llama a votaciones. Es la salida más expedita”, insistió Ramos. Pero el Tribunal Supremo, chavista, puede declararlo todo inconstitucional.

Para el politólogo Ángel Álvarez, la crisis política está lejos de ser resuelta. “La MUD demora su decisión de consenso sobre cómo intentar cumplir con el mandato que recibió el 6 de diciembre: cambiar el Gobierno y su modelo económico. Se anuncia en redes que la decisión será la enmienda. Si es así, el cambio está abortado. La enmienda será declarada inconstitucional por el TSJ al segundo de ser aprobada”.

Asimismo dijo que “los radicales de las redes indican un camino absurdo: la supuesta nacionalidad no venezolana por nacimiento de Maduro. Esta vía, que parece fácil, es imposible, pues sobre el tema debe pronunciarse, de nuevo, el TSJ. Las únicas vías por las que el Gobierno puede ser cambiado son electorales: referendo revocatorio y la asamblea nacional constituyente”.

Por Elizabeth Ostos

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