Se estima que en España hay 4.000 agresiones o delitos de odio al año, entendidos como los referidos a xenofobia, racismo, religión, discapacidad o sexo, entre otros, según datos de la ONG Movimiento contra la Intolerancia.
Su presidente, Esteban Ibarra, ofreció estos datos hoy en Madrid durante la presentación del proyecto "Crímenes de odio: memoria de veinticinco años de olvido", que incluye un mapa histórico y documental de los casos que se registraron en España entre 1990 y 2015.
El Ministerio del Interior español contabilizó el año pasado 1.285 agresiones de este tipo, aunque la Unión Europea mantiene que solo se denuncia el diez por ciento, señaló Ibarra.
El estudio clasifica los casos registrados en España por fecha, lugar y tipología del crimen e incorpora fichas de cada uno de ellos.
La investigación supone el "pistoletazo de salida" para reclamar a todos los partidos políticos una ley integral contra los delitos de odio con el objetivo de prevenir la aparición de estos crímenes mediante una acción integral en los ámbitos de la educación, la comunicación, el deporte y la cultura.
Uno de los autores del estudio, Miguel Ramos, añadió que hay cientos de miles de casos que se quedan "en la sombra" y "no se hacen públicos" porque las víctimas son personas sin hogar o inmigrantes "sin papeles" a quienes nadie reclama.
Además, destacó la importancia de concienciar a la sociedad para evitar que haya personas y organizaciones políticas legales que difundan el odio por la raza, el origen, el idioma, el color, la religión, la edad, la discapacidad física o mental y la orientación sexual.
En el acto, intervinieron Kenia, hija de la inmigrante dominicana Lucrecia Pérez, asesinada por motivos racistas y xenófobos en Madrid en 1992, y Magdalena, hermana del angoleño Augusto Ndombele, asesinado en la localidad madrileña de Alcorcón en 2002.