El español acusado de haber matado a sus dos hijos, de seis y dos años, negó haberles quemado en una finca de su propiedad y defendió su labor como padre ante el jurado popular y el tribunal que le juzga.
En la segunda jornada del juicio que se sigue contra él en la Audiencia Provincial de Córdoba, José Bretón negó haber quemado a sus hijos en una hoguera y, cada vez que fue preguntado por la fiscal, habló de los niños en presente.
Ruth y José, de 6 y 2 años, desaparecieron en octubre de 2011 en Córdoba cuando estaban con su padre, separado de la madre y el caso dio origen a un suceso ampliamente seguido por la sociedad española.
En la finca de la familia Bretón se hallaron restos óseos quemados que, según los forenses, corresponden a menores de la edad de los niños desaparecidos.
Después de que la fiscal se mostrara convencida de que Bretón "mató a sangre fría" a sus hijos y de calificarle de "monstruo", el acusado negó los indicios en su contra y sollozó en varias ocasiones, en especial cuando habló de los niños.
Negó que comprara pastillas para dormir a sus hijos antes de arrojarlos en la hoguera y explicó que fue un psiquiatra, al que había acudido porque tenía "manías", el que al final de una consulta se las ofreció para la ansiedad y los nervios.
Bretón las compró, pero después las tiró, aunque, según su testimonio, no recuerda si se desprendió de ellas ese mismo día o al siguiente.
La fiscal dijo en este punto haber hallado una contradicción con lo que el acusado declaró en su momento a la Policía, que encontró las tabletas vacías en los registros.
En este juicio la fiscalía pide para Bretón cuarenta años de cárcel por dos delitos de asesinato de sus hijos Ruth y José, mientras que la defensa reclama la libre absolución.