Esposa de Leopoldo López sugiere que Maduro busca un canje

 El dirigente opositor venezolano Leopoldo López, quien este miércoles cumple un año en prisión y aún se encuentra en proceso de juicio por delitos relacionados con las protestas del año pasado, no se irá de Venezuela aunque el Gobierno de Nicolás Maduro lo presione o le ofrezca un canje, dijo su esposa Lilian Tintori. (Vea: Leopoldo López, un año tras las rejas)

"Lo quieren eliminar, porque quieren sacarlo del país, Maduro propone canjearlo!", escribió Tintori en su cuenta de Twitter aunque no especificó en qué consistiría ese canje o con quién y aseguró, a continuación, que "Leopoldo nunca se irá de Venezuela".

Asimismo, Tintori dijo que no tiene contacto con el Gobierno, "con este régimen que viola derechos humanos, que pretende que nos vayamos del país".

Tintori activó este martes una campaña para recordar que el político cumple un año preso y pidió a los venezolanos vestirse de blanco y exhibir en las ventanas de sus hogares sábanas o pañuelos blancos.

Hoy, además, se realizará una concentración en la misma plaza del este de Caracas en la que López ofreció un discurso el 18 de febrero del año pasado antes de entregarse a las autoridades, un acto al que asistirán sus familiares, varios dirigentes políticos y otras personalidades que simpatizan con el opositor.

El político, líder y fundador del partido Voluntad Popular, se encuentra preso en la cárcel militar de Ramo Verde, cercana a Caracas, donde también se encuentra privado de libertad el exalcalde Daniel Ceballos por las mismas causas que López.

El dirigente de VP se entregó a las autoridades hace un año al atender una orden de captura por su supuesta responsabilidad en la violencia desatada seis días antes durante una marcha antigubernamental, que se saldó con destrozos en la sede de la Fiscalía, tres muertos y decenas de heridos.

López está acusado de los delitos de instigación pública, agavillamiento (asociación para delinquir), daños a la propiedad e incendio.

El viernes pasado Tintori dijo estar preocupada por la vida de su esposo después de que denunciara que un comando militar derritió con sopletes los barrotes de las celdas de López y Ceballos en Ramo Verde y destrozó el interior de las mismas.