La ayuda humanitaria ya llega a países como Bosnia, que aunque con un escaso saldo de muertes, sufre el desabastecimiento de alimentos y cortes eléctricos en algunas zonas del país. La ola de frió que desde el viernes anterior se originó en el sur de Siberia ha significado para Europa, en especial para el este del continente, el primer escollo del año, con una serie de víctimas que lo hacen trágico.
Hasta el momento, la nación más afectada es Ucrania, que en algunas regiones ha experimentado temperaturas de hasta 30 grados bajo cero. Alrededor de 100 personas han muerto por hipotermia en ese país, en su mayoría gente fuera de su hogar que intentaba resguardarse del frío al interior de sus carros y habitantes de la calle que no encontraron un refugio eficiente.
Sin embargo, si se amplía el espectro hacia los países cercanos, mientras el temporal se expande hacia el centro y el sur de Europa, el número de víctimas se duplica. Ya son cerca de 220 vidas congeladas. En Polonia, por ejemplo, los registros reflejan 29 fallecimientos, nueve de ellos en una sola noche, los Balcanes aportan 14 a la lista y Rumania sufre hoy por hoy la mayor intensidad de frío a la par que países como Macedonia, Republica Checa y Hungría se declaran en alerta.
Las imágenes son literalmente escalofriantes. Es como si en cuestión de días Europa haya dejado de ser Europa para convertirse en una sola extensión del Ártico. Una capa blanca cubre todo, carreteras y cultivos. Gazprom, la principal empresa rusa que se encarga de abastecer de gas a la región, ha garantizado que mantendrá el servicio a pesar de los inconvenientes, aunque debido a las heladas, la demanda en Rusia se haya incrementado ostensiblemente.
El este de Europa, en especial en los países que fueron los primeros en padecer el curso de la ola, las predicciones climáticas apuntan a que en los próximos días las temperaturas se acercarán a los 10 y 15 grados bajo cero, que siguen siendo peligrosas. La preocupación aumenta en el sur y en la Península Ibérica, las siguientes escalas en el trayecto de la corriente helada.
Las alarmas están encendidas en Alemania y Francia, que puso a 19 de sus departamentos en estado de alerta. Lo propio sucede en Italia, que ordenó el cierre a los colegios de la región de Bolonia. Se avecinan tiempos fríos, pero al menos aún no se registran muertes en este país. En España, la población se prepara para afrontar el fin de semana más frío del año, al tiempo que las Islas Baleares, Girona, Cataluña, Aragón, Castilla y León padecen nevadas poco usuales para esta época del calendario.